Suena el primer Tik Tak de hoy martes 26 de abril en SEMANA y suena por los lados de lo que viene enfrentando el ministro de Defensa, Diego Molano, que no porque no ejerza su oficio con voz de golpe de Estado, como decía graciosamente en casos semejantes el inolvidable historiador y político de Facatativá, Abelardo Forero Benavides, no implica que Molano sea un mal funcionario y que no le haya correspondido manejar con destreza situaciones difíciles desde que reemplazó al caído titular de Defensa Guillermo Botero en medio de grandes controversias en el Congreso.
El tema ahora sigue siendo el operativo del Ejército en Alto Remanso, Puerto Leguízamo, Putumayo contra disidencias de las Farc. La pregunta es compleja: ¿cómo se ve físicamente un disidente de las Farc vestido de civil? Respuesta: pues como un civil, camisa, pantalón..., pero probablemente ande con un arma cerca o con acceso a ella a la mano, y generalmente se involucra en negocios del narcotráfico en su localidad o algunas otras partes del país.
Según viene sosteniendo el Ejército, este operativo en cuestión fue preparado durante semanas de manera detallada, luego de conocer inteligencia militar que se iba a dar en el lugar un bazar cocalero a cargo de las disidencias que operan en la zona.
Pues hasta Puerto Leguízamo, Putumayo, llegó ayer una delegación del Congreso colombiano que quería conocer personalmente cuáles son las quejas de los lugareños sobre el operativo militar del pasado 28 de marzo. La Comisión fue acompañada del propio ministro Molano y de la cúpula militar y de Policía.
El Ejército reportó en ese operativo once disidentes dados de baja, pero los lugareños aseguran que entre ellos había cinco civiles. Valen las preguntas: ¿a qué llaman civiles?, ¿cinco civiles totalmente ajenos a las estructuras a las actividades y a las hostilidades de las disidencias?, ¿cinco civiles que no estaban en capacidad de defenderse en este momento aunque pertenecieron a las estructuras de las disidencias?, ¿cinco civiles que no tienen nada que ver con las disidencias y que simplemente acudían al bazar interesados en los atractivos que ofrecían? Bueno, ¿qué tipo de civiles?
Pues muy compleja resulta la comprobación de esta situación, porque el Ejército no puede, desde luego como reconoce el ministro de Defensa, omitir su responsabilidad en el desarrollo de sus operaciones cuando se vulneran los derechos de la población colombiana y, en este caso, de los putumayenses.
Hoy martes el ministro la tiene complicada: enfrentará en el Congreso, y además en medio de la polémica del general Zapateiro con Gustavo Petro, un debate de moción de censura o dos, mejor dicho, porque lo han citado tanto la Cámara de Representantes como el Senado, pero tendrá que escoger cuál de los dos la hace, porque el ministro no tiene el don de la ubicuidad.
Se escucharán todos los argumentos de las partes, incluidos los del ministro, y dentro de unos días será la votación para resolver si el ministro Molano se queda en su cargo o debe dejarlo. En todo caso, si logra pasar esta prueba ácida del Congreso, al ministro Molano le espera la orden del Tribunal de Cundinamarca, que como no tiene oficio está concentrado en el argumento de que el ministro Molano se debe ir de su cargo porque no es mujer.