El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se refirió a su negativa para vacunarse contra el coronavirus durante la apertura de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se puso en marcha este martes en Nueva York, una ciudad en la que se empezó a exigir el certificado de vacunación en lugares públicos desde hace varios meses.
Sin embargo, el mandatario brasileño viajó a Nueva York sin estar vacunado, como lo exigían las autoridades locales y recomiendan Naciones Unidas, provocando la indignación del alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, como recoge la AFP.
El alcalde demócrata anunció hace un par de meses que esa ciudad exige el certificado de vacunación para permitir el acceso a restaurantes, salas de espectáculos, gimnasios y otros lugares públicos. En ese sentido, Nueva York se convirtió en la primera de las grandes metrópolis de Estados Unidos en crear un pase sanitario.
En el marco de la Asamblea General de la ONU, Bolsonaro sostuvo un encuentro con el primer ministro británico, Boris Johnson, en el que el mandatario sudamericano alardeó: “todavía no me he vacunado”, aseguró entre risotadas mientras su interlocutor recomendaba la vacuna británica AstraZeneca.
Al alcalde de Nueva York, el demócrata De Blasio, no le ha gustado demasiado la actitud de Bolsonaro. “Debemos enviar un mensaje a todos los líderes del mundo, incluido y muy particularmente a Bolsonaro, de Brasil, que el que quiera venir tiene que estar vacunado”, dijo de Blasio a los medios de comunicación.
El alcalde exigió la semana pasada que todos los miembros de las delegaciones que hicieran parte en la Asamblea General de Naciones Unidas que inició este martes, estuvieran vacunados. No obstante, la intervención del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, evitó que Bolsonaro se tuviera que quedar en la calle.
Guterres alegó la desigual falta de acceso a las vacunas de los países en desarrollo para ser más permisivo con los visitantes a las instalaciones del foro multilateral, como recoge la agencia AFP.
Entre tanto, aunque Bolsonaro ha asegurado ante la ONU que su Gobierno apoya los trabajos de vacunación, presumiendo incluso que el 90 % de los adultos brasileños han recibido ya al menos una dosis de la vacuna, también ha subrayado que no apoyará ni el pasaporte covid ni cualquier otra “obligación” asociada a la lucha contra la pandemia.
El mandatario brasileño aseguró que no cambiará de opinión sobre su decisión de no vacunarse contra la covid-19. El presidente también ha reivindicado la “autonomía” de los trabajadores sanitarios para tratar la enfermedad. “Yo mismo recibí un tratamiento temprano”, aseguró sobre su enfermedad de covid-19 en julio de 2020, como recoge Europa Press.
Por su parte, durante su llegada a Nueva York, Bolsonaro fue fotografiado comiendo de pie un pedazo de pizza en una calle, según la prensa brasileña, debido a su rechazo a vacunarse contra el coronavirus.
Como todavía no está inmunizado, el mandatario ultraderechista de 66 años no tiene el pase sanitario exigido para entrar en restaurantes y otros lugares públicos de Nueva York, como relataron los medios de Brasil.
“Cena de lujo en Nueva York”, bromeó en Twitter el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Luiz Eduardo Ramos, en un tuit publicado el domingo por la noche e ilustrado con una foto de Bolsonaro disfrutando de un pedazo de pizza junto a varios miembros de su delegación en la calle.
“A Bolsonaro le gusta simular simplicidad y modestia en momentos así (...), pero no se trata de gusto o elección, sino de una imposición de la ley vigente en Nueva York”, explicó el célebre columnista Reinaldo Azevedo en el portal de noticias UOL.
*Con información de Europa Press y AFP