Tras la toma del poder por los talibanes, el mundo está a la expectativa por el desarrollo del establecimiento del gobierno y de sus políticas que, en el pasado, han sido objeto de duros cuestionamientos, especialmente en materia de Derechos Humanos.
En rueda de prensa, el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, señaló que las mujeres tendrán derechos “en el marco de la ley islámica” e incluso insistieron en que “no queremos que nadie se vaya del país. Tampoco queremos que los jóvenes abandonen Afganistán. Estos son nuestros activos”.
A pesar de ese anuncio, se han conocido historias como la de una mujer universitaria, quien luego de la llegada de los talibanes al poder, ha narrado su historia sobre lo que les espera a muchos estudiantes en esta nueva etapa político-social en Afganistán.
Se trata de una mujer de minoría hazara, quien dijo que ha sido perseguida por los milicianos y ahora ve cómo los sueños que tenía han sido reemplazados por el miedo e incluso sobre si seguirá viviendo.
“Es algo que no puedo expresar con palabras, honestamente. Todo, todo lo que soñé, todo por lo que trabajé, mi dignidad, mi orgullo, incluso mi existencia como mujer, mi vida, todo está en peligro. Puedo sentir el miedo en mis huesos cuando salgo, los talibanes están en todas partes”, dijo a la BBC.
En su dramático relato, exteriorizó su temor por el futuro: “quién sabe cuánto tiempo les tomará venir y registrar casa por casa y llevarse a las niñas, probablemente para violarlas. Puede que me suicide cuando vengan a mi casa. He estado hablando con mis amigas, esto es lo que todas, todas, estamos planeando hacer. La muerte es mejor que ser tomada por ellos. Todas estamos asustadas hasta los huesos”.
“Hace dos meses, mi único objetivo era mi título. Estaba planeando cómo prepararme para el semestre de otoño, qué hacer, qué no hacer, los horarios, tratar de hacer todo bien. Varias personas estaban asustadas porque los talibanes estaban tomando provincias, pero yo y otros nunca pensamos que tomarían Kabul”, insistió.
La universitaria relató cómo vivió junto a su familia la llegada de los talibanes a Kabul hace un par de semanas para tomarse el poder.
“Mi vida era normal hasta que tomaron Mazar-i-Sharif (una gran ciudad al noroeste de Kabul, que era un bastión antitalibán). Ese día me di cuenta de que se había terminado. Luego llegaron a Kabul. Hubo algunos disparos y escuchamos que los talibanes estaban en todos los vecindarios. Entonces, nada fue normal”, narró.
“Toda mi familia se quedó en casa. Las tiendas estaban cerradas, los precios subían cada hora y el tipo de cambio también. Quemé todos mis papeles y documentos universitarios. Quemé todas mis notas de logros y certificados. Lo hice en nuestro balcón. Tengo muchos libros, muchos maravillosos, que estaba leyendo. Los he escondido todos”, agregó.
“Desactivé mis cuentas de redes sociales. Me dijeron que era demasiado peligroso tener publicaciones ahí o incluso estar en las redes sociales. Al parecer, los talibanes revisan las publicaciones y nos encuentran a través de ellas. Facebook fue el principal problema porque yo estaba activa ahí”, dijo en su dramático relato.
Señaló que en sus redes sociales “tenía mensajes antiguos que decían que los talibanes no podían hacer nada, que les haríamos frente, que no podrían detener mi derecho a la educación, que no podrían encerrarme en casa. Los llamé terroristas. Seguro eran publicaciones ofensivas para ellos. Y obviamente han logrado todo eso en unos días. Me hace sentir devastada, aterrorizada, triste”.
La universitaria dijo que tras el anuncio de los talibanes de que las mujeres deben vestirse de forma conservadora y llevar el hiyab, “la gente lleva burka y hiyab por miedo”.
“He oído hablar de universidades en algunos lugares en donde se ha puesto un telón entre chicos y chicas en las aulas. Algunas familias no dejan que sus hijas vayan a clases. Porque todo el mundo sabe que los talibanes aún no están mostrando su verdadero rostro, pero definitivamente lo mostrarán, y quieren evitar cualquier problema cuando lo hagan”, señaló.
Dijo que aunque los talibanes prometieron respetar los derechos de las mujeres, ella cree que “mienten, estoy segura de que mienten. Salí el martes con mi padre a buscar medicinas. Todo estaba cerrado. Tuve que usar hiyab completo, y la gente incluso usaba burka, niñas de 13 y 14 años. No es como antes. Sientes que la ciudad se ha ido. La ciudad está muerta”.
“Los talibanes caminan en las calles. Te miran, incluso cuando estás usando el hiyab completo, como si no fueras un ser humano normal, como si fueran dueños de tu vida, como si fueras una basura que debería tirarse. Así te miran en la calle. Cuando estudiaba, soñaba con tantas cosas, planes de vida y metas”, aseguró.
Y aunque los talibanes también esperan que los jóvenes no abandonen Afganistán, la estudiante dijo que “ahora creo que tendré que irme del país, porque soy hazara. Han atacado escuelas para niñas hazaras antes, matado a cientos. Así que seguramente nos matarán, probablemente nos violarán. Como mujer y también como minoría, no hay espacio para mí en mi propio país”.
“Toda mi familia está asustada. Hemos estado intentando huir, legal o ilegalmente, desde el día en que los talibanes tomaron el poder. El aeropuerto está demasiado lleno, no hay espacios libres para la evacuación y los países nos están rechazando, y todos, todos están mirando como si nada estuviera sucediendo”, indicó.
Tras pedirle a los demás gobiernos no reconocer a los talibanes en el poder, puntualizó que nunca pensé que estaría en este punto. Es desgarrador que en tan solo unos días todo lo que alguna vez soñé, todo lo que alguna vez pensé que tendría, todo se haya ido”.