SEMANA: Muchos lo vieron en las primeras planas al principio, pero pocos conocían más información sobre usted y su carrera. ¿Cuáles son sus principios políticos y su trayectoria como funcionario?
Edmundo González: Mi carrera política es poco conocida en el sentido de que yo nunca he participado en un cargo de elección popular. He hecho política, me gusta la política. Fui director general de Política Internacional de la Cancillería de Venezuela y eso me permitió tener contactos y desempeñar la función, que básicamente era una función política. Estuve también en cargos de dirección del Ministerio, en los que se diseñaban las estrategias y las líneas maestras de la política internacional de Venezuela. Eso hace que, para mí, lo político no sea extraño. Política partidista no tengo, porque no he militado en ningún partido político, ni en mi época de estudiante universitario.
SEMANA: ¿Se imaginó en algún momento que iba a ser candidato por la presidencia de su país?
E.G.: Para nada. Para mí fue una sorpresa cuando me llamaron un sábado en la tarde para que pasara por las oficinas del partido político donde se reunían los miembros de la Plataforma Unitaria y me dijeron que me estaban convocando. Yo soy el presidente de la Mesa de la Unidad Democrática desde hace un buen tiempo, porque siempre he estado vinculado a las actividades de la Unidad desde su formación hace unos diez años. Estuve trabajando en el tema internacional de la Mesa de la Unidad Democrática. Así que no era extraño que estuviera ahora participando en estas actividades.
SEMANA: Antes de conocer su candidatura, se supo también del fuerte golpe a la oposición cuando inhabilitaron a María Corina Machado y también a Corina Yoris. ¿Cómo recibió la oposición estos dos golpes tan fuertes? ¿Cuál es su opinión al respecto?
E.G.: Esa es una arbitrariedad más del Gobierno que no ha debido suceder, y lo recibimos con la misma sorpresa que lo recibimos todos los demás, unas elecciones primarias que fueron muy concurridas y en las que salió ganadora la opción de María Corina Machado por un importante número de votos. Eso es una demostración del ventajismo del Gobierno al haber anulado la candidatura.
SEMANA: ¿Cómo se hizo esa escogencia dentro de la Plataforma? ¿A usted lo llamaron un sábado, pero detrás del telón había un plan estratégico para nombrarlo como candidato?
E.G.: Los detalles no los conozco. Entiendo que estuvieron discutiendo las opciones que había en la mesa y cuando me llamaron para esto les pedí que fuese por una decisión unánime de todos los partidos que integran la Plataforma. Y así fue cuando me escogieron, fue con el apoyo de todos los partidos que integran la Plataforma Unitaria Democrática.
SEMANA: Mucho se ha hablado de la oposición en Venezuela. Sobre todo, en los últimos meses, de cara a las elecciones, algunos aseguraron que estaba un poco dividida. Hay expolíticos en el exilio, exmiembros de la Asamblea opinando sobre los comicios. ¿Cómo ve la oposición hoy en Venezuela?
E.G.: La realidad verdadera es que hoy día tenemos una candidatura unitaria. Tenemos una población motivada a votar, que, según los últimos sondeos, ronda por el 75 por ciento. Tenemos una importante atención internacional. Todos los medios, todos los Gobiernos están siguiendo con el mayor interés los acontecimientos en Venezuela. Y, por último, no menos importante, enfrentamos a un Gobierno desgastado y con fricciones internas que cada día se hacen más notorias para el público.
SEMANA: De ser elegido presidente de Venezuela, ¿cuáles serían las primeras medidas que tomaría?
E.G.: Las prioridades son muchas, porque el grado de descomposición del país es tal que no se puede hablar de una prioridad en particular. Sin duda que el tema económico es muy importante, porque tenemos que recuperar el salario de los funcionarios públicos, las pensiones y las jubilaciones de los servidores públicos, controlar la inflación, que es el peor mal que puede tener una economía. Tenemos que captar inversión extranjera y para eso es fundamental la seguridad jurídica que le brinde al inversor extranjero la confianza para invertir en el país. Son muchas cosas para trabajar al mismo tiempo a fin de reinstitucionalizar el país y devolverles la confianza a los venezolanos en el sistema democrático.
SEMANA: ¿Cree que actualmente hay independencia de poderes en Venezuela?
E.G.: Es un hecho que aquí no existe independencia ni autonomía de los poderes públicos, eso es bien conocido por todos los analistas internacionales. Aquí el Poder Judicial es prácticamente una oficina jurídica del régimen. Los otros poderes están también sometidos a los designios del Ejecutivo. Así que es muy difícil hablar de la autonomía e independencia de los poderes públicos en Venezuela.
SEMANA: Hace poco Nicolás Maduro dijo que quiere firmar un compromiso de reconocimiento de los resultados de las elecciones que se efectuarán el próximo 28 de julio. ¿Está de acuerdo con esto?
E.G.: Nosotros suscribimos un acuerdo en Barbados, que ha sido objeto de muchos incumplimientos. Así que firmar uno nuevo para volver a caer en incumplimiento no tendría mayor sentido. Sin embargo, estamos dispuestos a conversar sobre todos esos temas que apunten a garantizar unos comicios justos y transparentes, que es lo importante.
SEMANA: Una de las zonas más complejas entre Venezuela y Colombia es la frontera, con temas como el contrabando. ¿Qué tan complicada es la situación allí y cuál es su proyecto para que fluya naturalmente con seguridad?
E.G.: Nosotros debemos recuperar lo que fue la relación con Colombia en términos de todo: unos países vecinos que comparten una extensa frontera, en donde también conviven algunos antivalores, como el secuestro o la guerrilla. Ciertamente, fuimos un modelo de la integración regional, eso hay que recuperarlo, porque nosotros queremos volver a lo que fue una relación positiva y que no se convierta en una relación de desencuentro.
SEMANA: ¿Qué falló en Barbados?
E.G.: El Gobierno tiene sus razones por las cuales incumplió el acuerdo de Barbados. Nosotros aspiramos a ganar la noche del 28 de julio, y si las encuestas de opinión tienen la razón, vamos a obtener un triunfo muy contundente, lo cual abrirá el espacio para una nueva realidad política en Venezuela. Esa nueva realidad tendrá que admitirla el Gobierno, reconocerla y empezar a recomponer una relación con el nuevo Gobierno.
SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre las sanciones que ha impuesto Estados Unidos contra miembros del Gobierno de Venezuela?
E.G.: Las sanciones son un tema de sanciones personales contra algunos que han estado envueltos en violaciones a los derechos humanos y por eso es que se les han aplicado. Sanciones contra el Estado no hay. Entonces, estamos trabajando para que cuando lleguemos al Gobierno se superen todas los inconvenientes que impulsaron la imposición de esas sanciones.
SEMANA: En un eventual Gobierno suyo, ¿qué labores tendrían los opositores que no se encuentran en Venezuela, como Leopoldo López, Juan Guaidó, Henrique Capriles o, incluso, la misma María Corina Machado?
E.G.: Todos los venezolanos tienen las puertas abiertas para regresar, incluyéndolos a ellos. Pero aquí, a partir de que tomemos posesión del Gobierno, haremos todo lo posible para que la familia venezolana se reencuentre en sus tierras, para que entre todos los venezolanos podamos empezar a sentar las bases del desarrollo económico y el progreso social que esperamos.