La tormenta tropical Ernesto estaba a punto de adquirir fuerza de huracán poco después de pasar cerca de Puerto Rico el martes por la noche, donde las autoridades cerraron escuelas, abrieron albergues y ayudaron a trasladar a docenas de papagayos en peligro de extinción a salas a prueba de huracanes.

Se pronostica que Ernesto se convertirá en huracán durante la noche, mientras se enfila hacia las Bermudas. Los meteorólogos emitieron una alerta de huracán y un aviso de tormenta tropical para las Islas Vírgenes estadounidenses y británicas, así como para las diminutas islas puertorriqueñas de Vieques y Culebra.

Turistas sentados en la playa La Pared mientras la tormenta tropical Ernesto pasa por Luquillo, Puerto Rico, el martes 13 de agosto de 2024. (AP Foto/Alejandro Granadillo) | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved

“Dado que hay cierta posibilidad de que Ernesto se convierta en huracán mientras esté cerca de las Islas Vírgenes, sigue en vigor una alerta de huracán”, indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

La tormenta avanzó sobre las Islas Vírgenes estadounidenses el martes por la noche. Después de su paso por Puerto Rico, se tiene previsto que se desplace hacia aguas abiertas y esté cerca de las Bermudas el viernes.

Intensas lluvias azotaban Puerto Rico, y los fuertes vientos dieron al océano un tono turquesa lechoso, mientras las personas se apresuraban a terminar de reforzar sus casas y negocios.

“Esperando que se vaya rápido”, dijo José Rodríguez, de 36 años, mientras subía al techo de la cabaña de madera de su tío en la comunidad afrocaribeña de Piñones, en la costa norte de Puerto Rico, para reforzar el negocio, famoso por su comida frita.

Un surfista se prepara para entrar al agua antes del paso de la tormenta tropical Ernesto en la playa La Pared en Luquillo, Puerto Rico, el martes 13 de agosto de 2024. (Foto AP/Alejandro Granadillo) | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved

Ernesto se ubicaba a 30 kilómetros (20 millas) al este de Santo Tomás la noche del martes. Tenía vientos máximos sostenidos de 100 kilómetros por hora (65 millas por hora) y se desplazaba al oeste-noroeste a 30 km/h (18 mph).

“Tendremos fuertes lluvias”, dijo el gobernador Pedro Pierluisi mientras instaba a las personas a que estuvieran refugiadas para el atardecer del martes.

El gobernador activó a la Guardia Nacional, mientras los equipos visitaban áreas proclives a inundarse en toda la isla, así como a los residentes de mayor edad, como parte de las preparaciones de último momento. Mientras tanto, funcionarios del Departamento de Recursos Naturales que trabajan en los centros de reproducción del único papagayo nativo que queda en la isla, la cotorra puertorriqueña, trasladaron a los ejemplares a recintos cerrados.

Mientras la lluvia intermitente caía en la región noreste de Puerto Rico, los residentes de la empobrecida comunidad de Piñones trataban de trabajar unas cuantas horas más antes de la tormenta.

María Abreu, de 25 años, preparaba empanadas fritas rellenas de camarón, cangrejo, pollo e incluso carne de iguana, mientras esperaba a sus primeros clientes.

“Ellos siempre vienen. Las compran por si se va la luz”, dijo.

Cerca de ahí, Juan Pizarro, de 65 años, había recogido alrededor de 100 cocos de las palmeras que se sacudían con la fuerte brisa antes de la llegada de la tormenta. Ya había reforzado su casa.

“Yo estoy equipado para todo”, dijo.

Los meteorólogos han advertido que se producirán olas de hasta 6 metros (20 pies), inundaciones generalizadas y posibles deslizamientos de tierra, con un pronóstico de lluvia de 15 a 20 centímetros (6 a 8 pulgadas) para Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses, y hasta 25 centímetros (10 pulgadas) en áreas aisladas. En Puerto Rico hay seis embalses que ya se habían desbordado antes de la tormenta.

Las autoridades puertorriqueñas advirtieron que Ernesto provocaría apagones generalizados dado el frágil estado de la red eléctrica, que aún está en reconstrucción después de que el huracán María azotó la isla en septiembre de 2017 con fuerza de categoría 4.

*Con información de AP