En el mundo se buscan soluciones a la pandemia del coronavirus. Una de las más innovadoras surgió en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, en donde trabajan para desarrollar un aerosol protector contra la enfermedad. El concepto de los investigadores es utilizar biomoléculas (polisacáridos) para simular la superficie celular donde se adhiere la covid-19 y, de esta manera, atraparlo evitando que crezca la infección. “Actualmente se cree que la infección comienza en las cavidades buco-faríngeas, por lo que la formulación de un aerosol con base en dichas moléculas permitirá crear, tras su administración, una barrera en la que las partículas del virus queden atrapadas, perdiendo así su capacidad infectiva”, dijo a ABC Julia Revuelta, del Instituto de Química Orgánica General, y quien lidera la investigación.
“Igual que otras familias de virus, el SARS-CoV-2 utiliza carbohidratos presentes en la superficie de las células epiteliales para adherirse y progresar en la infección”, agregó. “En particular, se ha propuesto que el virus se adhiere a polisacáridos de la superficie celular de tipo sulfato de heparano (moléculas de una estructura similar al anticoagulante heparina) a través de la proteína Spike, la glicoproteína de la envoltura viral, antes de unirse al receptor celular ACE2”, explicó Revuelta. De acuerdo con la investigadora, el objetivo es desarrollar un aerosol usando estas moléculas que, al ser aplicado, evita la infección “engañando” al virus. “La estrategia, conocida como trampa señuelo, consiste en “engañar” al virus para que se adhiera a los miméticos de manera, que el virus neutralizado quede atrapado, frenando el proceso de infección”, puntualiza la investigadora.
En caso de que esta solución logre concretarse, no solo sería la respuesta al coronavirus, sino que el mismo concepto podría ser aplicado a futuras enfermedades respiratorias con potencial pandémico. “Los resultados podrían adaptarse rápidamente a otros virus emergentes, logrando incluso protección contra futuras pandemias”, concluyó la investigadora.