Luego de que las autoridades náuticas confirmaron el triste desenlace del caso de la pérdida del sumergible Titán, embarcación que había desaparecido el pasado domingo y que este jueves fue encontrada con sus cinco ocupantes muertos, una serie de interrogantes han surgido en torno al caso, incluso más allá de hecho mismo de las razones que determinaron su siniestro.
Ahora, este caso que se asocia con la leyenda del transatlántico Titanic, hundido en 1912, ha entrado a formar parte de una serie de hechos desafortunados que han rodeado históricamente a esa embarcación: la misma cuyos restos se planteaban visitar los ocupantes del submarino siniestrado.
Sobre el Titanic, es la histórica embarcación que se hundió en medio de su viaje inaugural en 1912, y cuya historia oficial señala que su hundimiento se originó tras el choque con un iceberg, originado a su vez la muerte de cerca de 1.500 personas que perecieron en su mayoría producto de la hipotermia dadas las bajas temperaturas del océano Atlántico.
Sobre dicha embarcación se ha señalado que cerca de tres cuartos de sus ocupantes terminaron muertos, si se tiene en cuenta que en total el trasatlántico movilizaba a 2.224 personas, que se dirigían a la ciudad de Nueva York, tras haber partido de puertos ingleses.
Frente a sus restos, los mismos que pretendía visitar el grupo de expedicionarios, más de un siglo después del hundimiento, se estima que se encuentran ubicados a una profundidad de 4.000 metros, un punto ubicado a más de 600 km de las costas.
Sin embargo, el mito del Titanic, que ha estado rodeado de muchas hipótesis, no solo compete a las razones de su hundimiento, sino a toda una serie de ocurrencias que rodean al siniestro que marcó la historia de la navegación moderna.
El mito del Titanic, la embarcación que hasta la fecha de su hundimiento era considerado como el barco más grande y poderoso, también pasa por el rumor de que el barco que realmente resultó hundido era el Olympic, y que su hundimiento estaría relacionado con intereses referidos a una serie de seguros.
Si bien los restos de la embarcación, independientemente de si se trató del Titanic original o no, se hundieron en 1912, más precisamente en el mes de abril, su hallazgo en el fondo marino solo tuvo lugar hasta 1985.
El mito del Titanic también ha estado nutrido por el lanzamiento, a mediados de los años 90 de la película homónima, que narró lo ocurrido a través de una historia de amor entre Jack y Rose, despertando aún mayor interés en el suceso original.
Aunque al hablar de las muertes asociadas al Titanic se suele pensar en la tragedia del hundimiento, es necesario precisar que desde antes de su estreno, el Titanic ya había determinado la muerte de cerca de una decena de personas, relacionadas con obreros que perecieron durante el proceso de construcción.
Sobre el particular, en el puerto de Belfast reposa una placa con los nombres de dichas víctimas, entre las que se cuentan los nombres de: Samuel Scott, John Kelly, William Clarke, James Dobbin y Robert Murphy.
En medio de la leyenda del Titanic, a la que ahora se suma el accidente del sumergible, también se cuenta la ocurrencia de un incendio en el interior del barco antes de zapar, un hecho poco conocido.
El incendio ocurrió en los depósitos de carbón, y su control se dio cuando el barco ya estaba en altamar.
Algunas teorías acusan que el impacto con el iceberg resultó tan dañino, en tanto el incendio ya había debilitado la estructura. De igual modo, el mito del Titanic también comprende la existencia de “una momia de la mala suerte”, cuya historia es recogida por el Museo Británico de Londres.
Si bien no se trataría de un cuerpo embalsamado que se encontrase al interior de la embarcación, sí se trata de un supuesto sarcófago de yeso y madera que estuvo a bordo del Titanic.
Dicho sarcófago correspondería a la sacerdotisa del dios Amón Re, y según medios internacionales, sobre ella pesaría una maldición, en tanto un viajero que lo había adquirido se vio expuesto a una serie de infortunios tras el hecho, en una serie de acciones que no solo lo afectaron a él, sino también a su familia y amigos.
La tragedia de este jueves se confirmó luego de que las autoridades afirmaron que no podría haber ya sobrevivientes en tanto la cámara de oxígeno ya estaría agotada tras haber transcurrido 96 horas desde que la embarcación se sumergió.