La ola de violencia en Ecuador no cesa, y el hecho lamentable más reciente se presentó en la ciudad de Guayaquil, una de las más importantes de ese país, y que se ha convertido en escenario del recrudecimiento de los ataques armados en los últimos meses, donde, en medio de un acto sicarial, hombres armados dispararon y segaron la vida a una menor de poco más de un año de edad, y a su madre, una joven de solo 21 años, quien además se encontraba actualmente en estado de embarazo.

Según reportan medios locales, los hechos ocurridos la tarde del pasado lunes, 21 de noviembre, tuvieron como escenario una calle del barrio Flor de Bastión, al nordeste de la capital de la Provincia de Guayas, donde dos sujetos armados que se movilizaban en una motocicleta perpetraron el ataque sicarial cuando la mujer y su pequeña hija se encontraban al interior de un carro de vidrios polarizados que estaba parqueado.

Según las primeras hipótesis, el acto sicarial tendría como objetivo el esposo y padre de las víctimas, quien minutos antes se había retirado del vehículo para ingresar a una vivienda del sector, pero los sicarios no se percataron de que su objetivo no se encontraba en el carro y arremetieron violentamente causando heridas mortales a las dos ocupantes del vehículo.

Sobre la joven de 21 años, las autoridades confirmaron que cuando llegaron al lugar de los hechos, esta ya había fallecido al interior, mientras que la niña de un año y cinco meses permanecía aún con vida, por lo que fue trasladada de urgencia a un centro asistencial de la zona; más precisamente Hospital del Niño Dr. Francisco De Icaza Bustamante, donde los especialistas confirmaron posteriormente su deceso.

En su informe, la referida institución de salud precisó que la niña ingresó con múltiples heridas de bala en su cuerpo, y que, aunque los médicos realizaron el protocolo correspondiente para la atención de este tipo de casos en procura de preservar su vida, la menor finalmente falleció debido a la condición en que se encontraba.

Por su parte, según detallan medios locales en Ecuador, el personal médico que atendió el caso de sicariato, tras identificar que la mujer que había fallecido se encontraba en avanzado estado de embarazo, adelantó un procedimiento orientado a intentar preservar la vida del bebé, desarrollando una maniobra de extracción que permitió recuperar con vida a un neonato de 27 semanas de gestación, lo que equivale a poco menos de 7 meses.

Sobre el menor extraído del vientre de la mujer baleada, los médicos informaron que este había sido trasladado a un centro especializado para terminar su etapa de crecimiento bajo supervisión médica, advirtiendo que las posibilidades de vida son muy inciertas, y que su pronóstico aún es reservado.

Las autoridades se manifestaron consternadas con el hecho, reconociendo el evidente incremento de la criminalidad en ese sector de la provincia de Guayas, donde, según los datos oficiales presentados por la prensa local, en lo corrido de 2022 se han presentado más de 280 casos de homicidio.

Precisamente, durante la misma jornada, otro hecho violento despertó preocupación en Guayaquil, luego de que, en medio de las horas de la madrugada, y alertados por los ladridos de un grupo de perros, un hombre y su hija, de solo cinco años, salieron a la ventana para vigilar qué estaba sucediendo en las afueras, encontrándose con una serie de disparos que les impactaron en múltiples ocasiones y que obligaron a su inmediato traslado a un hospital.

En el caso de la niña, medios locales, como el diario El Comercio, han precisado que ella recibió un impacto de bala en la zona del cráneo, mientras que el padre presenta heridas en la zona del cuello.