Al menos seis personas murieron y unas 35 están desaparecidas tras un deslizamiento de tierra en la región montañosa de Racha, en el noroeste Georgia, dijeron el viernes las autoridades del país del Cáucaso.
Dos cuerpos fueron encontrados el jueves, poco después del deslizamiento de tierra, ocurrido en esta región conocida por sus balnearios, y otros cuatro fueron descubiertos este viernes, dijo el ministerio del Interior de Georgia en dos comunicados de prensa separados.
“En la zona del desastre, el municipio de Oni, los rescatistas continúan trabajando incansablemente. Hasta el momento, se han encontrado seis cuerpos durante las operaciones de búsqueda”, afirmó en Facebook.
El ministro de Infraestructura, Irakli Karseladze, acudió al lugar y reportó 35 personas desaparecidas, “con las que no es posible establecer contacto”, dijo a la prensa local. El deslizamiento de tierra se produjo el jueves cerca de un hotel en Shovi, un pequeño centro turístico en las montañas de la región de Racha. Dañó cabañas, líneas eléctricas, carreteras y puentes.
En las operaciones de rescate trabajan cerca de 400 bomberos y miembros de diferentes unidades de la policía, y han logrado evacuar hasta el momento a 140 personas, según el ministerio del Interior.
El lago Ness, víctima de la sequía en Escocia
Gordon Mangus, que creció en Escocia cerca del lago Ness, famoso por albergar una criatura mítica, observa desde la orilla el nivel de agua y asegura que nunca lo había visto tan bajo durante tanto tiempo.
“Estamos acostumbrados a que llueva, pero no a períodos tan secos”, explicó a la AFP este hombre de 84 años, capitán del puerto.
Escocia se está justo recuperando del mes de junio más caluroso jamás registrado. Las cifras publicadas en mayo por la Agencia Escocesa de Protección del Medio Ambiente (SEPA) confirmaron que las aguas del lago —el más famoso del Reino Unido y el mayor de Escocia en volumen— cayeron a su nivel más bajo en décadas.
Con una profundidad de 109 cm en el lugar donde se suele medir, el lago Ness nunca había sido tan poco profundo desde que empezaron los registros a principios de los años 1990. La situación se repite en otras regiones de las Highlands, con efectos para la fauna autóctona y la producción de energía.
“Todos creen que Escocia es un país húmedo, pero las sequías son cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático”, explica Nathan Critchlow, responsable de agua y planificación de la SEPA.
A orillas del río Ness, que fluye desde el lago hasta el mar en Inverness, en el norte de Escocia, Brian Shaw señala el lecho de piedra visible del cauce. El director de la junta de pesca de salmón del distrito de Ness explica que la profundidad del río disminuye constantemente desde hace años, pero que ahora es más notable.
El clima más cálido y seco mermó la población de salmón salvaje, detalla, añadiendo que uno de los arroyos que alimentan el río se secó dejando peces muertos. En verano, la demanda de agua también aumenta, con una mayor competencia por ella entre agricultores, pescadores, usuarios domésticos y empresas hidroeléctricas.
SSE Renewables, que gestiona un proyecto hidroeléctrico en el lago Ness, fue acusada por los pescadores de provocar el descenso del nivel del agua, al almacenarla para generar electricidad. El operador lo niega.
“El agua se está convirtiendo en un bien cada vez más escaso en esta parte del mundo”, advierte Shaw.
Aunque las lluvias de las últimas semanas dieron un respiro a algunas regiones de Escocia, los niveles de agua siguen en “un punto crítico” en ciertas zonas, según la SEPA.
*Con información de AFP.