Al menos cuatro personas han fallecido y otras 36 han resultado heridas tras un terremoto de magnitud 5,5 registrado en la madrugada de este martes en el departamento de Grande Anse, en el suroeste de Haití.

De acuerdo con las informaciones facilitadas por el portavoz de Protección Civil de Grande Anse, Gérald Guillaume, a la agencia de noticias Alter Presse, entre las víctimas mortales se encuentran dos niñas de dos y seis años.

Las dos menores, junto con otros dos adultos, han fallecido a consecuencia del derrumbe de dos viviendas en el barrio de Saint Hélèbe, una zona superpoblada y en la que las construcciones habitualmente no cumplen con los estándares, detalla Guillaume.

Todos los heridos han sido desplazados al hospital público de Saint Antonie de Jerémie, la ciudad económicamente más importante del departamento de Grand Anse.

Este terremoto se produce apenas unos días después de que un fuerte temporal de lluvias en departamentos a orillas del golfo de Guanabas dejara durante el fin de semana al menos 45 muertos, varios desaparecidos y decenas de viviendas destruidas. | Foto: Libre de derechos

Protección Civil ha informado del cese de las operaciones de rescate debido a que la situación parece estar bajo control, gracias en parte a la rápida activación del Centro Departamental de Operaciones de Emergencia.

Protección Civil ha informado del cese de las operaciones de rescate debido a que la situación parece estar bajo control. | Foto: Libre de derechos

Este terremoto se produce apenas unos días después de que un fuerte temporal de lluvias en departamentos a orillas del golfo de Guanabas dejara durante el fin de semana al menos 45 muertos, varios desaparecidos y decenas de viviendas destruidas.

Justicia por mano propia: al menos 14 presuntos pandilleros murieron incinerados en Haití

La violencia en Haití no cesa en medio de la grave crisis social, económica y sanitaria que vive. La anarquía impera en las calles tras el asesinato de Jovenel Moïse y la crisis de hambre y las enfermedades siguen avanzando.

Precisamente, en medio de la ola de violencia, y ante la aparición de distintos grupos delincuenciales que luchan por tomar el poder en las calles, el pasado lunes, 24 de abril, se conoció la ocurrencia de un acto de justicia por mano propia, donde una multitud, cansada de los atropellos en su contra, decidió tomar la justicia por mano propia.

La violencia en Haití no cesa en medio de la grave crisis social, económica y sanitaria que vive. La anarquía impera en las calles tras el asesinato de Jovenel Moïse y la crisis de hambre y las enfermedades siguen avanzando. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Según el informe de la prensa internacional, un grupo de ciudadanos arremetió contra una banda de ilegales, cobrando la vida de más de una docena de ellos.

Los hechos ocurrieron en la ciudad de Puerto Príncipe, capital de Haití, más precisamente en el barrio Canapé-Vert, donde la turba ciudadana linchó a los delincuentes, a quienes además prendieron fuego con resultados mortales.

De acuerdo con la recolección de datos presentada por medios internacionales que hacen presencia en ese país, los hechos se presentaron después de que en medio de operativos de control, tras la ocurrencia de tiroteos, las autoridades policiales interceptaron un bus de servicio público en el que se movilizaban cerca de 14 personas armadas, que, al ser puestas en evidencia, fueron objeto de linchamiento por parte de la comunidad.

No obstante, la acción violenta por parte de los miembros de la comunidad fue más allá de los simples golpes, y entre la turba indignada surgieron personas que portaban gasolina y decidieron arrojarla sobre los delincuentes para, acto seguido, prenderles fuego.

En medio de la reprimenda social, la turba de ciudadanos enardecidos también decidió encender algunos neumáticos, ubicándolos incluso sobre parte de los hombres heridos, lo que aumentó la tragedia.

La reacción civil, igualmente criminal, ocurrió luego de que las autoridades despojaron a los presuntos delincuentes de sus armas y de municiones que eran cargadas en morrales.

Uno de los hechos que ha causado indignación, después de la difusión de videos que muestran lo sucedido, es la forma en la que, pese a que los agentes policiales presenciaron el ataque con fuego, no hicieron ninguna clase de acción orientada a proteger a los delincuentes o a sancionar la ‘conducta asesina’ de la turba.

Con información de Europa Press