Un nuevo desastre natural enluta a India, luego de que las autoridades de ese país revelaron este domingo, 23 de julio, que al menos 27 personas resultaron fallecidas por cuenta de un alud o movimiento de tierra que arrastró y sepultó a un nutrido grupo de personas, dejando además de las víctimas mortales un número de heridos que se calcula en medio centenar.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, este fenómeno natural se originó por cuenta de las afectaciones de estabilidad de terrenos que se han derivado de las ingentes lluvias de los últimos días, las cuales responden a la temporada de precipitaciones monzónicas que hacen de este sector del mundo uno de los más afectados por esa clase de situaciones.
Según el balance de las autoridades indias, la tragedia se situó en una localidad conocida con el nombre de Maharastra, ubicada en el centro-oeste del territorio de su país.
Si bien los cuerpos de rescate de momento han logrado el rescate de las referidas personas afectadas, también han advertido que podría haber un subregistro de las víctimas, en tanto aún no se concreta el ejercicio de la remoción de la tierra, por lo que podría existir un número aún mayo de personas afectadas, señalando que hay registros de casi 60 personas desaparecidas.
Pese a lo anterior, las autoridades también han denunciado que debido a las características del terreno y al fenómeno natural mismo referido a la inestabilidad de los territorios, las labores de rescate se han visto entorpecidas.
El más reciente reporte del número de víctimas siembra un halo de zozobra en los familiares de los desaparecidos, pues ha reportado un incremento de cerca del 100%, luego de que los primeros balances conocidos indicaran la existencia de 16 personas muertas; no obstante, la cifra ha crecido rápidamente para completar 27.
Otro de los retos que ha supuesto la presente tragedia para los cuerpos de rescate es que el lugar afectado se encuentra distanciado en cerca de 5 kilómetros de la vía de acceso más cercana, lo que ha dificultado el tratamiento de las personas afectadas; ello sin contar que la vía de acceso o comunicación también se ha visto afectada por los derrumbes.
En consecuencia de lo anterior, los cuerpos de rescate han acusado que debido al bloqueo de las vías, y a la distancia con estas desde el lugar de la afectación, los cuerpos de rescate han señalado que ello ha impedido la llegada de maquinaria idónea para la remoción rápida de la tierra, lo que también traduce en que el tiempo de supervivencia de eventuales personas que permanecen bajo el alud, se ve amenazado.
De igual modo, las autoridades locales han acusado que las frecuentes lluvias, las mismas que provocaron el alud, han obrado en contra de las labores de rescate, obligando a que estas se suspendan temporalmente en algunos momentos del día.
Como consecuencia de los motivos anteriormente esbozados, los cuerpos de rescate se han manifestado poco optimistas frente a la posibilidad de eventualmente poder encontrar personas con vida bajo el derrumbe.
Debido a la naturaleza de la comunidad afectada, medios locales y autoridades en India han acusado que las víctimas en su mayoría responden a miembros del mismo grupo poblacional, habiendo incluso familias enteras entre los desaparecidos.
Si bien esta tragedia enluta a India, no son las únicas muertes que han sucedido en los últimos meses, donde la cifra de afectados asciende a varias decenas.
En una observación poco alentadora citada por medios internacionales, expertos han acusado que el cambio climático, y su avance, irán progresivamente haciendo que este tipo de situaciones sean más frecuentes si no se toman las medidas correctas para prevenirlas, acusando además que los fenómenos proyectados son cada vez más agresivos derivados también de condiciones climatológicas que se van agudizando con el pasar de los años.