El representante republicano por Pensilvania Scott Perry denunció este martes que el FBI confiscó su teléfono en el marco de la redada realizada por los agentes federales en la residencia en Florida del expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
Así lo anunció a través de un comunicado que reveló la cadena Fox News, en el que detalló que tres agentes del FBI se le han acercado con una orden judicial mientras viajaba con su familia para confiscar el móvil.
“Esta mañana, mientras viajaba con mi familia, tres agentes del FBI me han visitado y me han confiscado mi teléfono. No han intentado comunicarse con mi abogado, quien habría hecho arreglos para que se quedaran con mi teléfono si ese fuera su deseo”, dijo Perry en la misiva, asegurando que el dispositivo contiene informaciones personales y privadas sobre su esposa, familiares, electores y amigos.
“Estoy indignado, aunque no sorprendido, de que el FBI, bajo la dirección del Departamento de Justicia de Merrick Garland, haya incautado el teléfono de un miembro del Congreso”, aseveró el parlamentario estadounidense, subrayando que “nada de esto es asunto del Gobierno”.
Perry afirmó en su declaración que “al igual que con el presidente Trump”, el Departamento de Justicia de Estados Unidos “ha elegido esta acción innecesaria y agresiva en lugar de simplemente contactar” con sus abogados.
“Este tipo de tácticas de república bananera deberían preocupar a todos los ciudadanos, especialmente considerando la decisión ante el Congreso esta semana de contratar a 87.000 nuevos agentes del Servicio de Impuestos Internos para perseguir aún más a los ciudadanos respetuosos de la ley”, ha añadido.
El parlamentario ha sido objeto de interés del comité encargado de la investigación del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, ya que Perry se habría comunicado numerosas veces con la Casa Blanca de Trump en los días y semanas previos al suceso.
Vale la pena recordar que este lunes se emitió un comunicado enviado por el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el FBI llegó a su casa en Mar-a-Lag, Palm Beach, Florida.
En su misiva, dice que “nunca le había pasado nada parecido a un presidente de los Estados Unidos, después de trabajar y cooperar con las agencias gubernamentales pertinentes. Este asalto no notificado en mi casa no fue necesario ni apropiado. Se trata de una mala praxis de la fiscalía, de la militarización del sistema de justicia y de un ataque por parte de los demócratas de la izquierda radical que no quieren desesperadamente que me presente a las elecciones presidenciales de 2024″, aseguró.
“Tal asalto solo podría tener lugar en países rotos. Países del tercer mundo. Lamentablemente, Estados Unidos se ha convertido en uno de esos países, corrupto a un nivel nunca visto. ¡Incluso entraron en mi caja fuerte! ¿Cuál es la diferencia entre esto y el Watergate, donde los operativos irrumpieron en el Comité Nacional Demócrata? Aquí, a la inversa, los demócratas irrumpieron en la casa del 45th presidente de los Estados Unidos”, se puede leer en su comunicado.
Por su parte, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes Republicanos reprochó lo sucedido, escribiendo en su cuenta de Twitter:
“¿No tiene el FBI mejores cosas que hacer que acosar al expresidente?”, aseguró.
Varios fueron los pronunciamientos de líderes políticos como el de Rep Andy Biggs, miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.
“Y justo a tiempo, esta gente allanó la residencia del 45.º presidente de los Estados Unidos. Nuestro sistema policial debe servir al pueblo estadounidense, no a intereses especiales”, precisó.
“El Congreso debe investigar la viabilidad de nuestras agencias federales de aplicación de la ley que abusan de sus autoridades con fines políticos. Los individuos sin escrúpulos dentro del FBI y el DOJ están violando su juramento de cargo al no defender la ley y necesitan ser más responsables”, escribió en su cuenta de Twitter.
*Con información de Europa Press