Rusia acusó a Ucrania el miércoles 3 de mayo de atacar el Kremlin con drones durante la noche, en un intento fallido de matar al presidente Vladimir Putin. La situación está generando tensión dentro de la comunidad internacional.
Un alto funcionario presidencial ucraniano negó la acusación, la más grave que Moscú ha hecho en Kiev en más de 14 meses de lo que llama su “operación militar especial en Ucrania”, y dijo que indicaba que Moscú estaba preparando una gran “provocación terrorista”.
El Kremlin dijo que Rusia se reservaba el derecho a tomar represalias, y los intransigentes exigieron una retribución rápida contra el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
En caso de que Vladimir Putin muriera, sería el primer ministro de Rusia quien entraría a ejercer como presidente interino. Eso sí, con poderes limitados hasta que se lleven a cabo nuevas elecciones, la organización y ejecución de las mismas no pueden tardar más de tres meses.
Mientras tanto, las leyes rusas no permiten al presidente interino tomar decisiones como disolver la Duma (Cámara baja), modificar la constitución o convocar un referéndum.
En caso de que Putin muera, el próximo presidente de Rusia requerirá el apoyo de los siloviki, uno de los grupos más influyentes del Kremlin. Apoyo con el que podría contar Nikolái Pátrushev, exdirector del Servicio Federal de Seguridad y amigo cercano de Putin.
Expertos coinciden en que Pátrushev y su hijo Dimitri podrían representar el presente y futuro de Rusia en caso de que falte Vladimir.
¿Atentado real?
El asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, dijo en comentarios enviados a Reuters: “Ucrania no tiene nada que ver con los ataques con aviones no tripulados contra el Kremlin. No atacamos el Kremlin porque, en primer lugar, no resuelve ninguna tarea militar”.
El poderoso presidente de la cámara baja del parlamento ruso, Vyacheslav Volodin, emitió un comunicado exigiendo el uso de “armas capaces de detener y destruir el régimen terrorista de Kiev”.
El comunicado de la administración presidencial dijo que se habían esparcido fragmentos de los drones en el territorio del complejo del Kremlin, pero que no hubo víctimas ni daños materiales.
RIA dijo que Putin no había estado en el Kremlin en ese momento y estaba trabajando el miércoles en su residencia de Novo Ogaryovo en las afueras de Moscú.
El video fue publicado en la madrugada del miércoles por un grupo de residentes de un vecindario frente al Kremlin al otro lado del río Mosvka. Fue recogido por los medios rusos, incluido el canal Telegram del noticiero militar Zvezda.
El Día de la Victoria es un día festivo importante que conmemora la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial y una oportunidad para que Putin reúna a los rusos detrás de lo que él llama su “operación militar especial” en Ucrania.
Rusia marca la ocasión con un gran desfile militar en la Plaza Roja, para el cual ya se han erigido asientos.
La agencia estatal de noticias TASS dijo que el desfile, para el cual el Kremlin anunció la semana pasada una mayor seguridad, aún se llevaría a cabo.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo el miércoles que la ciudad introdujo una prohibición inmediata de los vuelos no autorizados de drones.
Rusia ha acusado a Ucrania de numerosos ataques transfronterizos desde febrero de 2022, incluidos ataques en diciembre contra una base aérea en las profundidades del territorio ruso que alberga aviones bombarderos estratégicos equipados para transportar armas nucleares. En febrero, un dron se estrelló en Kolomna, a unos 110 km (70 millas) del centro de Moscú.
Ucrania generalmente se niega a asumir la responsabilidad de los ataques contra Rusia o Crimea anexada por Rusia, aunque los funcionarios de Kiev frecuentemente celebran tales ataques con comentarios crípticos o burlones.
*Con información de Reuters.