El balance de palestinos muertos a causa de los bombardeos ejecutados este viernes por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza ascendió a cerca de 180 fallecidos, tras el inicio de los bombardeos de Israel contra el enclave a raíz del fin de la tregua pactada el 24 de noviembre por la falta de un acuerdo entre las autoridades israelíes y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) para nueva prórroga.
El Ministerio de Sanidad gazatí señaló, en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook, que el balance oficial de víctimas “por la agresión israelí desde esta mañana” se sitúa en 178 muertos y otros 589 heridos.
El portavoz de Sanidad, Ashraf al Qidra, resaltó que “la tregua temporal no ha ayudado al sistema sanitario” del enclave, muy dañado por la ofensiva lanzada por Israel tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás. “Necesitamos garantizar la entrega de suministros médicos y combustible a todos los hospitales de Gaza”, manifestó.
En este sentido, manifestó que “la realidad del sistema de sanidad en Gaza y el norte en la Franja es absolutamente catastrófica debido a que los principales hospitales están fuera de servicio”. “Las instalaciones médicas y las clínicas en Gaza son muy limitadas”, subrayó, antes de explicar que los tres hospitales que siguen operativos “no pueden recibir a un gran número de heridos”.
Las autoridades de la Franja, controladas por Hamás, detallaron que entre los muertos se encuentra el fotoperiodista Abdulá Daruish, de la cadena de televisión palestina Al Aqsa. “El número de periodistas que han caído mártires aumenta a 71″, manifestó en un mensaje en su cuenta en Telegram.
“El asesinato de periodistas palestinos y trabajadores de los medios por parte de la ocupación israelí busca ocultar la verdad y es un intento de asustar e intimidar a los periodistas para que no lleven a cabo su deber en el marco de la ausencia de una narrativa palestina”, expresó.
En la ciudad de Rafá, al sur de la Franja, las autoridades contabilizaron ya cuatro muertos después de que una bomba alcanzase una vivienda en un barrio céntrico, mientras que otras tres personas han muerto por los bombardeos en el campo de refugiados de Maghazi, en el centro de Gaza. Además, el cuerpo de un palestino fue recuperado de entre los escombros en el sur del enclave.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamás de “violar” la tregua y liberar a un nuevo grupo de prisioneros y subrayó que el país “está comprometido con lograr los objetivos de la guerra”. Por su parte, el Ejército israelí afirmó que Hamás violó la tregua y aseguró haber interceptado un proyectil lanzado desde el enclave.
La tregua temporal, pactada con la mediación de Catar y Egipto, entró en vigor el 24 de noviembre con una duración de cuatro días, si bien fue prorrogada dos veces por un total de tres días más. En esta ocasión, las partes no lograron acordar una nueva extensión, mientras que Israel rechazó los llamamientos a favor de un alto el fuego.
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados.
Las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han cifrado en cerca de 15.000 los palestinos muertos, a los que se suman otros 230 a manos del Ejército israelí y por ataques de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.