La migración irregular hacia Estados Unidos por la selvática frontera entre Panamá y Colombia se redujo en los últimos meses, pese al récord alcanzado en el conjunto de 2021, cuando más de 133.000 personas la cruzaron pese a los peligros. En enero de 2022 hubo “una disminución significativa” de los migrantes irregulares que atravesaron la selva del Darién, afirmó este martes en conferencia de prensa la canciller panameña, Érika Mouynes.
De acuerdo con cálculos oficiales, Panamá tuvo un ingreso mensual promedio de más de 25.000 migrantes entre agosto y octubre de 2021. Pero esa cifra bajó a 7.762 en noviembre, 4.194 en diciembre y 4.700 en enero.
“En agosto pasado el pico de ingreso a nuestro país ascendía a 2.400 migrantes al día, hoy tenemos un promedio (diario) de 140 migrantes en el último mes”, dijo Mouynes. Sin embargo, “somos optimistas pero cautos. Esto puede cambiar de la noche a la mañana”, agregó.
Durante 2021, más de 133.000 migrantes irregulares, principalmente haitianos y cubanos, cruzaron el Darién, una cifra récord que superó lo acumulado entre 2010 y 2020, cuando se registraron 117.000 en total.
“Estados Unidos ha sido clave”
La zona selvática de Darién, de 266 km, en la frontera entre Panamá y Colombia, se ha convertido en corredor para los migrantes irregulares que, desde Sudamérica, tratan de cruzar América Central para llegar a Estados Unidos.
Por esa jungla virgen, de 575.000 hectáreas, y donde la espesa vegetación impide a veces ver el sol, los migrantes enfrentan múltiples peligros, como animales salvajes, entre ellos serpientes venenosas, ríos caudalosos y grupos criminales.
Las autoridades panameñas consideran que la reducción se debe a una mayor cooperación internacional entre una decena de países de la región para frenar la migración irregular. “El involucramiento de Estados Unidos ha sido absolutamente clave en esto”, afirmó Mouynes. También destacan el intercambio de información de inteligencia que ha permitido la desarticulación de grupos criminales dedicados al tráfico de seres humanos.
“Hemos sido efectivos en el combate directo contra los traficantes de seres humanos”, dijo el director general del Servicio Nacional de Fronteras, Oriel Ortega. “Los fuimos asediando, empezamos hacer operaciones en conjunto con Colombia” y eso incidió en los resultados porque bajó el “ímpetu” de los traficantes de personas, agregó. Ortega también cree que el “endurecimiento” de algunas condiciones migratorias en Estados Unidos ha “incidido mucho” en la migración por Darién.
“No va a parar”
Según cifras gubernamentales, la mayoría de los migrantes irregulares que en 2021 pasaron por Darién eran de Haití, (61 %), Cuba (12 %), Chile (7 %), Brasil (6 %) y Venezuela (2 %), aunque en el caso de los chilenos y brasileños se trata de haitianos que han vivido en esos dos países sudamericanos.
Además, un 4 % eran africanos, principalmente de Ghana y Senegal, y un 3 % asiáticos, sobre todo de Bangladés, India y Nepal. El ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, señaló que en este principio de año destaca la presencia de venezolanos. “Ahora la nacionalidad que repunta es la nacionalidad venezolana, seguida de la nacionalidad haitiana”, afirmó Pino.
El funcionario panameño también destacó que, aunque los migrantes siguen atravesando el Darién, ha habido un cambio en las rutas de tránsito y puntos de acceso. En 2021 el primer poblado con el que se encontraban, tras cruzar por el lado del Caribe, era la aldea Bajo Chiquito. “En el año 2022 tenemos dos rutas, la del Pacífico, que conecta Juradó (Colombia) con Jaqué (Panamá), y la que viene de Capurganá (Colombia) a Canal Membrillo (Panamá)” en el Caribe, informó Pino.
“La situación de la migración irregular ha sido dinámica, ha cambiado su ruta, ha cambiado sus componentes y nosotros hemos cambiado de estrategia”, declaró la directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Samira Gozaine. Sin embargo, la migración irregular “no va a parar”, advirtió.
Con información de la AFP.