Este lunes, Travis McMichael, uno de los tres hombres blancos que mataron a Ahmaud Arbery, fue condenado a cadena perpetua por más 10 años después de haber sido declarado culpable a principios de este año; por interferencia con los derechos, un delito federal de odio, e intento de secuestro en relación con el asesinato del hombre negro de 25 años en 2020.
Su padre, Gregory McMichael, y su vecino, William “Roddie” Bryan, serán sentenciados este lunes en el mismo tribunal de Georgia, por haber sido condenados por los mismos cargos federales.
Cabe recordar que ambos fueron declarados culpables en febrero de interferencia con los derechos —un delito federal de odio— e intento de secuestro en relación con el asesinato del hombre negro de 25 años en 2020, y el jurado aceptó el argumento de los fiscales de que los acusados actuaron por animadversión racial hacia Arbery.
Por su parte, la jueza federal de distrito Lisa Godbey Wood rechazó una solicitud de Travis McMichael, de 36 años, de cumplir primero su sentencia por un delito de odio en una prisión federal, lo que probablemente puede significar que evitaría cumplir cadena perpetua en una prisión estatal por los cargos de asesinato.
La sentencia de cadena perpetua de Travis McMichael deberá cumplirse de forma simultánea a su sentencia estatal, según dictaminó la jueza del Tribunal de Distrito de EE. UU., Lisa Godbey Wood.
Travis McMichael, que disparó fatalmente a Arbery, también fue declarado culpable de usar y llevar una escopeta Remington, mientras que su padre, Gregory fue declarado culpable de usar y llevar un revólver Magnum .357.
Las audiencias de sentencia para el padre de McMichael, Gregory McMichael, de 66 años, y su vecino, William “Roddie” Bryan, de 52, están programadas para esta tarde en el Tribunal de Distrito de EE. UU. en Brunswick, Georgia. Podrían recibir cadena perpetua, según The Washigton Post.
Los McMichael y Bryan ya están cumpliendo cadena perpetua tras haber sido condenados en un tribunal estatal por una serie de cargos relacionados con la muerte de Arbery, incluido el de asesinato.
Estos crímenes, que se produjeron meses antes de la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis, fueron en cierto modo los precursores de las protestas nacionales que estallaron ese verano, cuando los manifestantes denunciaron el trato que reciben a veces las personas de color por parte de las fuerzas del orden.
Por su parte, Amy Lee Copeland, la abogada de McMichael, dijo este lunes, en la corte, que su cliente ha recibido cientos de amenazas y enfrenta un daño inminente si lo envían a la prisión estatal de Georgia, un sistema que, según Copeland, está bajo investigación federal por problemas de seguridad.
“Me preocupa que mi cliente se enfrente a una pena de muerte encubierta efectiva. Entiendo la gran ironía, juez, de expresar que mi cliente se enfrentará a la justicia por mano propia”, dijo Copeland. Cabe destacar que, además, McMichael se negó a hablar en la corte este lunes.
Para presentar su caso, los fiscales federales se centraron en cómo cada uno de los acusados había hablado de los negros en público y en privado, utilizando un lenguaje bastante racista, incendiario y despectivo.
La familia de Arbery y los fiscales habían dicho que este había salido a correr (un pasatiempo muy común para el exjugador de fútbol americano de la escuela secundaria), el 23 de febrero de 2020, cuando los acusados lo persiguieron y lo mataron en su vecindario a las afueras de Brunswick, Georgia.
Este caso atrajo la atención del publicó luego de la publicación de un video en mayo de ese año. Dicho acto racista, se convirtió en parte de un debate nacional más amplio sobre la injusticia racial provocado por el asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapoli ocurrido en el mismo mes, y el asesinato policial de Breonna Taylor a principios de año.