En un vídeo publicado en su red social Truth, Trump afirmó que la determinación sobre el aborto recaerá en los estados, ya sea a través de votación, legislación, o posiblemente ambas opciones. El expresidente enfatizó que lo que se decida debe tener fuerza de ley.
El candidato conservador a las elecciones presidenciales de noviembre, quien competirá contra el demócrata Joe Biden, se jacta de haber influenciado a la Corte Suprema para debilitar la protección del derecho al aborto durante su mandato, inclinando el tribunal hacia la derecha.
En 2022, la Corte Suprema delegó a los estados la capacidad de legislar sobre el aborto, lo que llevó a aproximadamente veinte estados a prohibirlo o restringirlo drásticamente desde entonces.
A pesar de ser católico, Biden defiende el derecho al aborto y ha declarado que vetaría cualquier intento del Congreso de promulgar una prohibición federal.
En su declaración, Trump no abordó una posible prohibición nacional del aborto ni expresó si la vetaría.
Biden respondió calificando a Trump de mentiroso y afirmó que, de tener la oportunidad, promulgaría una prohibición federal de la interrupción del embarazo.
Trump cree que su rival republicano está confundido y está haciendo todo lo posible para minimizar el impacto político de este asunto. Lo describió como responsable de la crueldad y el caos en Estados Unidos.
El republicano había evitado definir claramente su postura sobre el aborto durante semanas para no afectar sus posibilidades de reelección.
En febrero, el New York Times informó que Trump expresó a sus asesores su apoyo a prohibir el aborto después de las 16 semanas de gestación a nivel federal, pero evitaba hacerlo público para no alienar a los conservadores que abogan por una prohibición aún más temprana.
El grupo antiabortista Susan B. Anthony expresó su profunda decepción tras el comunicado del magnate.
El influyente senador republicano Lindsey Graham no está de acuerdo con Trump, ya que cree que debería existir un límite mínimo nacional de 15 semanas.
Desde el fallo de 2022, una facción del Partido Republicano aboga porque el Congreso promulgue una prohibición federal después de las elecciones presidenciales.
Los demócratas han ganado una serie de referendos desde entonces para que el acceso al aborto sea protegido por ley estatal.
Florida, estado natal de Trump, está a punto de aprobar un límite de seis semanas para el aborto, pero también llevará a cabo un referendo en noviembre para consultar a los ciudadanos sobre una enmienda que permitiría el aborto antes de que el feto sea viable.
En su declaración, Trump no mencionó la prohibición propuesta en Florida ni expresó su posición sobre el referendo de noviembre.
La mayoría de los estadounidenses cree que el aborto debería ser legal en la mayoría de los casos, según las encuestas, y alrededor de la mitad de los estados tienen medidas en vigor para proteger el acceso.
Los demócratas retratan a Trump como el arquitecto de los ataques a los derechos reproductivos y prometen restaurar la protección a nivel nacional si recuperan el control del Congreso, donde los republicanos controlan la Cámara de Representantes.
Los republicanos sufrieron derrotas en las elecciones de mitad de mandato de 2022, donde algunos de sus candidatos perdieron frente a oponentes que respaldaban el derecho al aborto.
Trump no especificó a partir de cuántas semanas cree que debe prohibirse la interrupción voluntaria del embarazo, pero insistió en que apoya excepciones en casos de violación, incesto y peligro para la vida de la madre.
*Con información de AFP