El expresidente estadounidense y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, aseguró este viernes, 30 de agosto, que votará “no” a cualquier posible enmienda a la prohibición del aborto en el estado de Florida, ya que de lo contrario podría convertirse en un derecho a nivel estatal y quedaría revocada la actual prohibición del aborto a las seis semanas.
Así lo ha afirmado el exmandatario en declaraciones a Fox News, defendiendo que la enmienda es “demasiado permisiva” y que “los demócratas son unos radicales”. “Por eso votaré no”, agregó.
No obstante, el republicano destacó que “no (va) a tener que pensar en ello” a nivel nacional, porque la regulación estatal “está funcionando muy bien en este momento”.
“Los estados lo están haciendo. Es un asunto de los estados”, subrayó al ser preguntado por el veto a una prohibición federal.
El debate respecto a esta enmienda se ha convertido en uno de los principales focos de debate de la carrera electoral y en unos de los principales puntos de confrontación con la oposición ahora liderada por la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, que ha criticado a Trump por estas declaraciones.
“Donald Trump acaba de dejar muy clara su postura sobre el aborto: votará a favor de mantener una prohibición del aborto tan extrema que se aplica incluso antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas”, denunció Harris, criticando que su adversario “se jacta con orgullo del papel que desempeñó en la anulación del caso Roe vs. Wade, demandando un castigo para las mujeres que se sometan a un aborto”.
“Por lo tanto, por supuesto que piensa que es algo ‘hermoso’ que las mujeres en Florida y en todo el país sean rechazadas en las salas de emergencia, se enfrenten a situaciones que amenazan la vida y se vean obligadas a viajar cientos de kilómetros para recibir la atención que necesitan”, indicó la candidata del Partido Demócrata en un comunicado recogido por CNN.
Un voto en contra de la referida enmienda allanaría el camino para una prohibición firmada en abril del año pasado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que propuso no solo prohibir el aborto en su estado a partir de la sexta semana de embarazo, sino también calificar como delito de tercer grado la ayuda que cualquier profesional médico pueda dar para saltarse esta prohibición.
Antes de alcanzar la mayoría republicana en su Congreso, Florida era considerado un destino para muchas mujeres de estados vecinos con prohibiciones aún más estrictas, recordaba entonces la CNN, por su comparativamente avanzada legislación en la materia.
Florida es uno de los estados republicanos líderes en el creciente impulso conservador por derogar el derecho al aborto en el país, que se inició cuando el Tribunal Supremo revocó en junio de 2022 el precedente legal que permitía la interrupción del embarazo desde 1973.
*Con información de Europa Press