El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes un memorándum para excluir a los indocumentados del conteo del censo, que determina las cuotas de representación en el Congreso. "He determinado, para el respeto de la ley y de la protección de la integridad del proceso democrático, la exclusión de los extranjeros ilegales de la base de reparto", indicó el mandatario en una misiva enviada al secretario de Comercio, que está encargado del censo realizado este año en Estados Unidos.

El Gobierno de Trump intentó incluir en esta edición del censo una pregunta sobre la nacionalidad, pero este intento fue bloqueado por la Corte Suprema. Las estadísticas de población determinan en Estados Unidos la repartición del presupuesto, pero también son vitales para asignar los escaños en la Cámara de Representantes. "La inclusión de estos extranjeros ilegales en la población de un estado con el propósito del reparto (de escaños) podría implicar la atribución de tres o más banquillos del Congreso que de otro modo serían asignados de forma diferente", indicó Trump. 

En un comunicado el mandatario defendió que esta acción "refleja un mejor entendimiento de la Constitución y es consistente con los principios de la democracia representativa".  La asociación de defensa de los derechos humanos ACLU denunció esta acción del presidente como "inconstitucional" y prometió desafiarla ante los tribunales.  En Estados Unidos viven más de 10 millones de inmigrantes irregulares, según estimaciones de la consultora Pew.