Al día siguiente de su contundente victoria en Iowa, el expresidente Donald Trump empezó este martes, 16 de enero, a cortejar a los votantes en New Hampshire, pequeño estado del noreste, donde espera dar desde la próxima semana un paso más hacia la nominación republicana.
En la localidad de Atkinson, cientos de sus partidarios lo esperaban en medio de la intensa nevada. Para ellos su palabra es la ley.
“Va a ganar las primarias de forma aplastante, seguro”, dijo Loribeth Calderwood, quien se presenta como “mamá y camarera”.
Para Edward X. Young, que asiste habitualmente a los mitines de Trump y que viajó “once horas” en auto debido al mal clima, “está claro, deberían parar las primarias, él es el candidato republicano, se acabó”.
De hecho, el magnate de 77 años dio un paso de gigante hacia un nuevo duelo en noviembre con el presidente Joe Biden por la Casa Blanca, tras ganar el lunes 98 de los 99 distritos electorales de Iowa.
Trump ante el tribunal de Nueva York
Antes de dirigirse a New Hampshire, el republicano tuvo que presentarse ante la Justicia.
Trump compareció el martes en el tribunal de Nueva York donde empezó a ser juzgado por difamación en un juicio entablado por la escritora E. Jean Carroll, de 80 años, que ya le ganó otro proceso por agresión sexual el año pasado.
La excolumnista de la revista Elle le reclama 10 millones de dólares por daños sufridos en su reputación profesional.
Esta nueva cita judicial se centra en unas declaraciones que hizo el republicano de 77 años en junio de 2019, después de que Carroll mencionó las acusaciones de violación en un artículo en una revista y en un libro.
En aquel momento el entonces presidente aseguró que Carroll “no era su tipo” y que se había inventado toda la historia para “vender su nuevo libro”.
La semana pasada concluyó en un tribunal cercano otro juicio contra el magnate y dos de sus hijos por malversación financiera.
Ahora New Hampshire
El magnate tiene al menos seis citas judiciales civiles y penales pendientes, pero hasta ahora no parece que hayan hecho mella en su carrera política.
El republicano, más que nunca favorito a ser el candidato de su partido a las presidenciales del 4 de noviembre, ha calificado los diferentes frentes judiciales a los que se enfrenta de “caza de brujas” para obstaculizar sus aspiraciones.
Las primarias en New Hampshire que tendrán lugar la próxima semana están abiertas, además, a votantes que no estén afiliados a ninguno de los partidos, lo que podría favorecer a una candidata como Nikki Haley, percibida como más centrista.
“Es contra Trump que doy la pelea”, dijo ella el lunes al afirmar no estar preocupada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, con políticas duras sobre inmigración y aborto, y que quedó segundo en Iowa, con el 21% de los votos.
Pero si el expresidente Trump vuelve a ganar en New Hampshire será extremadamente difícil para Nikki Haley y Ron DeSantis permanecer en la carrera.
Biden: “Trabajar aún más duro”
El presidente Joe Biden, cuya campaña trata de despegar, cuenta con que el rechazo hacia Trump entre los votantes independientes vaya en aumento a medida que avanza el año.
“Tenemos que trabajar aún más duro ahora. Si Donald Trump es nuestro oponente, deberíamos esperar ataques mezquinos, mentiras interminables y gastos escandalosos”, escribió Biden el martes en un correo electrónico a donantes para la carrera por la Casa Blanca.
El demócrata, de 81 años, tiene poca competencia para la nominación de su partido, que se decidirá en agosto, pese al efecto negativo de su edad entre los electores.