Las protestas de los "chalecos amarillos" contra el presidente de Francia Emmanuel Macron degeneraron este sábado en enfrentamientos con la policía en París. Coches y barricadas en llamas, escaramuzas en varias ciudades de provincias, y casi 1.000 detenciones en todo Francia fue el balance preliminar de la jornada. En París entraron en acción por primera vez en la historia de la ciudad los vehículos blindados de la gendarmería para apagar barricadas en la cuarta jornada de manifestaciones de los "chalecos amarillos", llamados así por las prendas fluorescentes que visten. Se vivieron escenas de violencia urbana similares a las de hace una semana pero de menor alcance.
Esta ola de manifestaciones comenzó el 17 de noviembre en oposición a un aumento de los impuestos a los combustibles. El presidente Emmanuel Macron cedió anulando la medida, que formaba parte de un plan para combatir el cambio climático, y congeló los precios del gas y la electricidad durante los próximos meses. Le recomendamos: "Chalecos amarillos" en Francia: la protesta que llevó a Emmanuel Macron a suspender la subida del precio de los combustibles No bastó para aplacar la ira de los chalecos amarillos, un movimiento heterogéneo y sin líder, que ahora reclama al gobierno que baje los impuestos y suba el salario mínimo y las jubilaciones. El presidente estadounidense Donald Trump echó leña al fuego. "El Acuerdo de París no está funcionando muy bien para París. Protestas y disturbios por toda Francia", escribió en un tuit. "La gente no quiere pagar grandes sumas de dinero, muchas a países del tercer mundo (que están dirigidos cuestionablemente), para tal vez proteger el ambiente. Gritaron “Queremos a Trump. Amo a Francia", siguió en un tuit publicado mientras se desarrolla en Polonia la 24ª Conferencia sobre Clima de la ONU. En otro trino volvió a referirse a la situación descalificando el Acuerdo de Paris. “Triste día y noche en Paris. Quizás es momento para terminar el ridículo y extremadamente caro Acuerdo de Paris y devolver el dinero a la gente en forma de bajos impuestos. Estados Unidos estaba delante de todos y es el único país importante en el que bajaron las emisiones en el último año”, escribió. Decenas de miles de personas, algunas vestidas con chalecos amarillos, participaron este sábado en varias ciudades de Francia en las marchas por el clima. Pedían que se luche al mismo tiempo contra el cambio climático y las desigualdades sociales. En la zona de los Campos Elíseos, los manifestantes intentaron prender fuego a la fachada de un centro comercial de lujo, quemaron coches y lanzaron proyectiles a las fuerzas de seguridad. En algunos lugares se elevaban humaredas negras.
La mayoría de comercios estuvieron cerrados y sus fachadas protegidas con tablas de madera. Denis, de 30 años, vino a París desde Caen (noroeste). "¡El objetivo es ir al Elíseo!”, sede de la presidencia. “Hago esto por el futuro de mi hijo, no puedo permitir que viva en un país en el que otros se enriquecen a nuestra costa". Tim Viteau, un desempleado de 29 años, participó en las manifestaciones por tercer sábado consecutivo. Él y su pareja se vieron obligados a volver a casa de sus padres porque no podían pagar el alquiler. "¿Cómo vamos a tener hijos? Yo también quiero niños". Puede leer: Macron enfrenta una cólera amarilla en Francia Los disturbios se extendieron a otros lugares turísticos o céntricos de la capital, pese a un despliegue de seguridad imponente, con 8.000 policías, de los casi 90.000 movilizados en todo el país. La Torre Eiffel, el museo del Louvre y numerosas tiendas están cerradas, algo inaudito en el periodo prenavideño. Cerca de 1.000 personas han sido detenidas en todo el país, entre ellas 651 en París por llevar consigo máscaras, martillos o adoquines, según el secretario de Estado del Interior, Laurent Núñez. Algunas fueron arrestadas a "título preventivo" durante la semana. Aunque la calma prevaleció por la mañana en el resto del país, por la tarde comenzaron los enfrentamientos en algunas ciudades de provincias. En Burdeos (suroeste) una marcha de "chalecos amarillos" degeneró al final del recorrido con el lanzamiento de cocteles Molotov por parte de los manifestantes, constató la AFP. Las fuerzas del orden cargaron varias veces con gases lacrimógenos contra los alborotadores que incendiaron barricades y lanzaban adoquines. La violencia empañó también las protestas en Lyon (este) Saint-Etienne (centro), Marsella y Toulouse (ambas en el sur) Varias carreteras y autopistas estaban bloqueadas en todo el país y la frontera franco-española, los "chalecos amarillos" montaron una barricada selectiva que bloqueaba el paso de los camiones procedentes de España. Muchos de los "chalecos amarillos" se manifiestan sin violencia. Los más radicalizados y sobre todo miembros de grupos de extrema derecha y extrema izquierda irrumpen en las protestas y se enfrentan a la policía. Algunos manifestantes lamentaban este sábado los destrozos. Le puede interesar: Violentos disturbios en París dejan más de 107 detenidos "Que destruyan los bancos, las multinacionales, no me importa, pero los pequeños comercios, es algo totalmente estúpido", consideraba Anthony, un manifestante de 23 años. "Es absurdo", añade su pareja, enfadada con aquellos que vienen "solo a destruir" y desacreditan el movimiento. *Con información de AFP.