Los equipos de rescate de Turquía han logrado rescatar durante la madrugada de este jueves a seis personas, entre las que se incluyen tres niños, cerca de 68 horas después de haber quedado sepultadas bajo los escombros de un edificio destruido en la ciudad de Kirijan tras los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria.
Después de escuchar sonidos debajo de los escombros durante el día, el Equipo Nacional de Rescate Médico de Turquía ha trabajado sin descanso en la retirada de los mismos para dar finalmente con el paradero de seis personas que seguían con vida 68 horas después del primero de los seísmos, según informó la agencia estatal turca Anatolia.
Horas antes, los servicios de emergencia turcos lograron sacar de los escombros a Saziye Kalaagzi, una mujer de 80 años que se encontraba debajo de un edificio destruido y que tenía cinco plantas, en la ciudad de Eroglu, a escasos diez kilómetros de la frontera con Siria.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (Afad), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha indicado que cerca de 98.100 miembros de los equipos de búsqueda y rescate –entre los que se encuentran equipos internacionales y ONG– trabajan en las zonas afectadas.
La cifra de muertos por el potente terremoto superó este miércoles los 15.000, mientras los rescatistas corren en busca de sobrevivientes atrapados bajo los escombros en el clima helado. Autoridades y médicos indicaron que 12.391 personas murieron en Turquía y 2.992 en Siria tras el terremoto de magnitud 7,8, con lo que el saldo confirmado asciende a 15.383 muertos.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (Afad), dependiente del Ministerio del Interior turco, señaló que “después del primer terremoto se han registrado otros 648, siendo el de mayor magnitud uno de 7,6 con epicentro en Elbistan”.
En tanto, en las zonas afectadas se encuentran desplegados más de 96.600 agentes, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, equipos de búsqueda y rescate y voluntarios.
La operación rescate
Durante dos días y dos noches desde el sismo de magnitud 7,8, miles de socorristas trabajaron en temperaturas gélidas para encontrar a sobrevivientes bajo los edificios derrumbados a ambos lados de la frontera.
El responsable de la Media Luna Roja turca, Kerem Kinik, advirtió que las primeras 72 horas eran críticas en las labores de rescate, pero señaló que estas se veían entorpecidas por las “severas condiciones meteorológicas”. Sin embargo, los trabajadores de emergencia pudieron salvar el miércoles a varios niños encontrados bajo un bloque colapsado en la castigada provincia turca de Hatay, donde municipios enteros desaparecieron.
“De repente oímos voces (...) Inmediatamente oímos las voces de tres personas al mismo tiempo”, dijo el socorrista Alperen Cetinkaya. “Esperamos más de ellos (...) las opciones de sacar gente con vida aquí son muy altas”, agregó.
En las zonas más afectadas de Turquía, los comercios estaban cerrados, no había calefacción por el corte de las líneas de gas y encontrar petróleo era complicado.
También, para muchos, era difícil encontrar esperanza. “Mi sobrino, mi cuñada y la hermana de mi cuñada están en los escombros. Están atrapados bajo las ruinas y no hay señales de vida”, decía Semire Coban, profesora en Hatay.
Las acciones del Estado
A medida que pasan las horas, también crece la frustración y el enfado por la escasa ayuda que llega a algunas áreas situadas en zonas de difícil acceso o afectadas por los conflictos geopolíticos de la zona.
Por su parte, el Gobierno de Turquía creó un Centro de Gestión de Crisis en el Ministerio de Defensa para “enfrentar este gran desastre”, con el fin de transportar al personal y el equipo de rescate a través de un puente de ayuda aérea.
El mandatario turco, Recep Tayyip Erdoğan, destacó durante su visita a la provincia de Hatay que además hay más de 52.000 heridos, mientras que 6.444 edificios han quedado destruidos. “Hemos movilizado todos nuestros medios. El Estado está trabajando junto a las autoridades, con todos sus medios”, resaltó, antes de asegurar que los trabajos de búsqueda y rescate no finalizarán “hasta que no quede nadie bajo los escombros”.
Erdoğan declaró el estado de emergencia durante tres meses en las diez provincias afectadas por los terremotos. “Estamos haciendo frente a uno de los mayores desastres no solo en la historia de la República, sino también de la región y del mundo”, manifestó, y agregó que, “es imposible estar preparado para una catástrofe así”.
Por su parte, los bomberos turcos han logrado extinguir el incendio registrado en el puerto de Alejandreta a raíz de los fuertes terremotos que sacudieron la zona, dejando ya más de 15.000 muertos en Turquía y Siria.
“El incendio en el puerto de Alejandreta, en la provincia de Hatay, ha sido extinguido. Los trabajos continúan ahora para enfriar la zona del incendio”, confirmó en Twitter el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu.
El fuego desatado en las instalaciones portuarias, ubicadas en el extremo sur de Turquía, ha requerido un intenso trabajo por parte de los bomberos para sofocar unas llamas que dejan cientos de contenedores de mercancías incendiados.
*Con información de Europa Press.