La situación en Zaporiyia causa preocupación mundial. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó a Naciones Unidas a garantizar la seguridad del sitio, tras recibir el pasado jueves en Leópolis (oeste) al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, y al secretario general de la ONU, António Guterres.
Erdoğan se declaró “preocupado” ante el peligro de “otro Chernóbil”, en referencia al accidente de esa central ucraniana en 1986, el peor de la historia nuclear civil. Y António Guterres afirmó que cualquier daño infligido a la planta sería un “suicidio”.
Guterres pidió que Rusia se abstuviera de cortar la conexión de Zaporiyia con la red eléctrica de Ucrania, haciéndose eco de los temores expresados por el operador de las centrales ucranianas, Energoatom. “La de Zaporiya es electricidad ucraniana y es necesaria especialmente durante el invierno para el pueblo ucraniano. Este principio debe respetarse plenamente”, dijo Guterres en la ciudad portuaria de Odesa (sur).
El corte del suministro privaría de electricidad a cuatro millones de hogares ucranianos. “Lo que hemos dicho es que la secretaría de la ONU en Ucrania tiene los esfuerzos, la logística y la capacidad de seguridad para apoyar al organismo internacional de energía atómica, y, si es necesario, para trasladarlo de Kiev a Zaporiya”, expresó. “Naturalmente, su energía debe ser utilizada por el pueblo ucraniano”, declaró más tarde a la AFP.
Entre tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el pasado viernes que es favorable a enviar rápidamente una misión de inspección de la ONU a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, blanco de bombardeos que rusos y ucranianos se imputan mutuamente.
En una conversación telefónica con su par francés Emmanuel Macron, ambos abogaron por el envío “lo más pronto posible” de una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a esa planta del sur de Ucrania, ocupada por las tropas rusas desde marzo, a fin de “evaluar la situación real en el terreno”, indicó el Kremlin.
Por otra parte, Putin aceptó que la misión de inspección pase por Ucrania, “respetando la soberanía” ucraniana, indicó el Palacio del Elíseo. El director general del OIEA, Rafael Grossi, indicó en un comunicado que la entidad “mantiene consultas con todas las partes” para que esa misión se realice lo antes posible.
En su conversación con Macron, Putin achacó a militares ucranianos “el bombardeo sistemático del territorio de Zaporiyia”, que “crea el riesgo de una catástrofe de gran magnitud”, indicó la presidencia rusa. Mientras que Ucrania asegura que Rusia almacena armas pesadas en la planta y que desde allí bombardea posiciones ucranianas.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 345 millones de personas en 82 países enfrentan una inseguridad alimentaria aguda -una cifra récord- y unas 50 millones de personas en 45 países corren el riesgo de morir de hambre si no reciben ayuda humanitaria. La guerra y las sanciones contra Rusia provocó una disparada de los precios de los carburantes y riesgos de escasez en Europa.
En el terreno ucraniano, Rusia siguió bombardeando la región de Donetsk, en el este del país, una zona parcialmente controlada por rebeldes prorrusos desde 2014. El gobernador regional, Pavlo Kyrylenko, informó allí de cinco muertos y más de diez heridos en las últimas 24 horas.
Algo más al norte, en Járkov, la segunda ciudad ucraniana, bombardeos rusos dejaron 15 muertos. Además, más de 21.000 personas fueron evacuadas en diez días de los territorios ocupados en regiones como Zaporiyia o Jersón (sur), dijo la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.
*Con información de la AFP.
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