El Servicio de Emergencias de Ucrania cifró en 174.000 kilómetros cuadrados (unos 17,4 millones de hectáreas) la parte del territorio nacional potencialmente plagado de minas en el marco de la invasión declarada a finales de febrero de 2022 por el presidente ruso, Vladimir Putin.
“La gente debería recordar esto. De hecho, todos los días recibimos casos de emergencia de personas que resultan heridas o muertas por minas y municiones explotadas”, indicó el portavoz del Servicio de Emergencia del Estado, Oleksander Jorunzhi, según la agencia de noticias oficial Ukrinform.
De acuerdo con el funcionario, las regiones en las que principalmente se acumulan objetos explosivos son Járkov y Jersón, mientras que los territorios de Mikolaiv, Zaporiyia, Donetsk, Sumi, Chernigov y Kiev están parcialmente minados.
Sin embargo, el portavoz del Servicio de Emergencias destacó que los alrededores de “toda la infraestructura crítica e instalaciones de soporte vital” de la región de Kiev ya “han sido limpiadas.
“Tal vez queden algunas áreas forestales y campos”, advirtió.
A comienzos de este año, la organización Human Rights Watch (HRW) entregó un informe en el que señaló que Ucrania debería investigar el presunto uso por parte de sus fuerzas militares de miles de minas terrestres antipersonales lanzadas con proyectiles en la ciudad oriental de Izium y sus alrededores mientras las fuerzas ocupaban el área.
El organismo documentó numerosos casos en los cuales proyectiles que llevaban minas antipersonales de tipo PFM, que también se conocen como “minas mariposa” o “minas pétalo”, se arrojaron sobre áreas ocupadas por fuerzas de Rusia cerca de instalaciones militares rusas.
Ucrania es Estado parte en el Tratado sobre la Prohibición de Minas de 1997, que prohíbe cualquier uso de minas antipersonales.
Adicionalmente, HRW informó que las fuerzas rusas han usado minas antipersonales en múltiples áreas de Ucrania, incluidas trampas explosivas activadas por víctimas, desde su invasión.
La entidad publicó anteriormente tres informes que documentan el uso por parte de fuerzas rusas de minas terrestres antipersonales en Ucrania en 2022.
“Las fuerzas ucranianas parecen haber esparcido minas en una extensa superficie alrededor del área de Izium, que provocan víctimas civiles y representan un riesgo continuo”, señaló el director de la división de armas del organismo, Steve Goose.
Añadió que “las fuerzas rusas han usado en forma reiterada minas antipersonales y han perpetrado atrocidades en el país, pero esto no justifica que Ucrania utilice estas armas prohibidas”.
El organismo señaló que aunque la mayoría de las minas antipersonales se colocan manualmente, las PFM que se usaron en Izium y cerca de allí solo funcionan cuando son desperdigadas desde aeronaves, proyectiles y artillería, o cuando se disparan desde vehículos especializados o lanzadores.
“El uso de minas antipersonales viola el derecho internacional humanitario porque estas no distinguen entre civiles y combatientes. Las minas que no se remueven generan desplazamientos, obstaculizan la provisión de ayuda humanitaria e impiden el desarrollo de actividades agrícolas”, recordó.
Las fuerzas militares rusas tomaron Izium y las áreas circundantes y ejercieron allí un control total hasta principios de septiembre de 2022, cuando las fuerzas ucranianas iniciaron una contraofensiva.
“Durante su ocupación, las fuerzas rusas detuvieron en forma arbitraria, interrogaron y torturaron a residentes, y en algunos casos perpetraron la desaparición forzada y el asesinato de civiles”, indicó HRW.
Señaló, además, que llevó a cabo investigaciones en el distrito de Izium entre el 19 de septiembre y el 9 de octubre de 2022, durante las cuales entrevistó a más de 100 personas, incluidos testigos del uso de minas terrestres, víctimas de minas terrestres, socorristas, médicos y desminadores ucranianos.
“Todas las personas entrevistadas dijeron haber visto minas en el suelo, conocer a alguien que había resultado herido por una mina o haber sido advertidas sobre su presencia durante la ocupación rusa de Izium”, señaló.
En ese sentido, documentó el uso de minas PFM en nueve zonas distintas en la ciudad de Izium y cerca de esta, y confirmó 11 víctimas civiles debido a estas minas.
Destacó que trabajadores de la salud señalaron que habían atendido a casi 50 civiles, incluidos al menos cinco niños, que al parecer sufrieron heridas debido a minas antipersonales en la zona durante la ocupación militar rusa o con posterioridad.
“Cerca de la mitad de las lesiones involucraron amputaciones traumáticas del pie o la parte inferior de la pierna. Estas son heridas congruentes con la explosión de minas PFM. Los investigadores no pudieron determinar si hubo militares rusos heridos o muertos en ataques con proyectiles que dispersaron minas terrestres”, enfatizó.
Ante esta situación, estimó que Ucrania debería renovar su compromiso con el Tratado sobre la Prohibición de Minas, iniciar una investigación sobre el presunto uso reciente de minas antipersonales PFM, actuar para que los responsables rindan cuentas y dar pasos para asegurar y destruir sus reservas de minas antipersonales.
“También debería intentar identificar y ayudar a las víctimas, lo que incluye brindar resarcimiento adecuado y oportuno, atención médica y otra asistencia, como la provisión de prótesis cuando resulte pertinente y apoyo continuo en la rehabilitación, incluido el apoyo psicosocial”, señaló.
Así mismo, destacó que “Rusia debería dejar de usar minas terrestres antipersonales debido a su naturaleza indiscriminada, investigar el uso de esas armas por sus fuerzas y sumarse al Tratado sobre la Prohibición de Minas”.
*Con información de Europa Press.
Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA.