Mientras la ONU advirtió el viernes a Rusia que los ataques en contra de civiles están prohibidos y pueden suponer crímenes de guerra, y denunció un aumento del uso de bombas de racimo en Ucrania, un grupo de mujeres libra otra batalla; poner a salvo a 700 perros que han sido abandonados en medio de esta guerra que ya completa varios días y que no se sabe cuándo terminará.
Son dos refugios para los animales que han estado expuestos a las explosiones, entre ellos uno ubicado en Jersón, la primera de las grandes ciudades ucranianas en caer en manos de los rusos; el otro se encuentra en una población cercana de 24.000 habitantes, llamada Oleshki.
Entre las voluntarias está Angelina Rybchenko, quien junto a un grupo de mujeres tratan de mantener a salvo a los caninos. De acuerdo con el diario digital español El Confidencial, tras dos semanas de bombardeos, los animales seguían aislados, sin comida y literalmente muriéndose de hambre, mientras las mujeres trataban de conseguirles algo de alimento en Jersón.
Cuentan que en medio de los bombardeos, los perros sufren ataques de pánico y en ocasiones hay peleas entre ellos. Sin embargo, a pesar de la situación tan complicada en la zona, las voluntarias no dejan ni un segundo en atenderlos, arriesgando hasta sus propias vidas.
“Ni siquiera nosotras sabemos qué podemos hacer para salvarnos. Nos hemos quedado sin opciones y sin elección. Por eso necesitamos toda su ayuda para salir del refugio y abastecer a nuestras criaturas. No sabemos dónde la encontraremos, cuánto costará ni cuánto alimento podremos adquirir. Tampoco sabemos cuánto durará esta guerra, pero debemos estar preparadas para todo”, dice una de las voluntarias, según el citado medio.
Entre los dos refugios, las mujeres cuidan 794 animales. Hay 507 perros y 94 gatos en el refugio de Oleshki y 193 perros más en el de Jersón.
“Cada residente de la ciudad vive en tensión. Todo el mundo está luchando por salvar sus vidas y las vidas de la gente a la que ama y, entre tanto, nuestros voluntarios siguen peleando. Hemos logrado adquirir comida en un establecimiento de Jersón, pero el alimento se termina a una increíble velocidad”, agregó una voluntaria a El Confidencial.
Según han contado las voluntarias, un perro murió en uno de los refugios como consecuencia de los combates entre el ejército ucraniano y el ruso.
“El problema es que está junto al puente, donde están disparando continuamente. Sobre el solar de nuestras instalaciones hay fragmentos de las bombas que se están arrojando. Una nunca sabe qué va a suceder al día siguiente, ni cómo vamos a lograr conseguir más comida o cuánto nos durará el dinero del que disponemos”, narró una de las mujeres voluntarias.
Tropas rusas matan a voluntaria ucraniana que iba a refugio de perros
Las manifestaciones de indignación y dolor crecen en redes sociales tras el asesinato de una joven voluntaria ucraniana a manos de tropas rusas, en la ciudad Kiev durante el fin de semana.
La historia de Anastasiia Yalanskaya le está dando la vuelta al mundo. Es considerada una heroína, pues ella insistió en quedarse mientras sus amigos y familiares decidieron huir de la guerra a países vecinos.
La ucraniana, de 26 años, estaba entregando comida a un refugio para perros en Bucha, a 30 kilómetros de Kiev, el pasado viernes cuando fue asesinada a tiros junto a dos hombres, con los que había sido voluntaria, registró el medio digital Global News.
Los amigos y familiares de Yalanskaya denunciaron este domingo 6 de marzo que su auto fue atacado deliberadamente a corta distancia por las tropas rusas, según publicó en su versión digital el diario ucraniano The Telegraph.
El motivo por el cuál fue atacada se desconoce aún pero piensan que fueron los militares rusos los que decidieron disparar a civiles al azar para asustar a la población ucraniana.
“Le pedí que tuviera cuidado. Que hoy en día, un error cuesta muchísimo”, relató al diario ucraniano el esposo de Anastasia, Yevhen Yalanskyi.
“Pero quería ayudar. Le pedí que pensara en la evacuación, pero no escuchó”, lamentó. Aseguró Yalanskyi que ella fue al refugio a entregar comida ya que llevaban tres días sin alimentos para los animales.
El vehículo de Anastasia fue encontrado, acribillado a balazos, no lejos de la casa de uno de los otros voluntarios que también fueron asesinados, según contó un amigo de la joven al medio Global News. “Habían entregado la comida y casi habían llegado a casa cuando les mataron. El cuerpo de Yalanskaya aún sigue en Bucha, porque la lucha es tan intensa que nadie puede ir a por él”, lamentó el ucraniano.
“Era uno los mejores seres humanos que conocí. Ella se comprometió a ayudar, a ayudar a sus amigos y familiares y a quien lo necesitara”, recordó su marido. “Amaba a los animales. Teníamos un perro y un gato. Era la mejor compañera”, apuntó.
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