Ucrania y los rebeldes prorrusos anunciaron la firma de un alto al fuego que debía entrar en vigor el viernes a las 3:00 p. m., durante un encuentro en Minsk destinado a poner fin a cinco meses de combates sangrientos en el este de Ucrania. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, afirmó este 5 de septiembre que su representante firmó un acuerdo "preliminar" de alto el fuego con los rebeldes prorrusos. "Un protocolo preliminar de alto el fuego ha sido firmado en Minsk" y "entra en vigor este viernes", dijo Poroshenko en su cuenta oficial Twitter y, además, ordenó al Ejército suspender las hostilidades a las 15H00 GMT. "Ordeno al jefe de estado mayor de las Fuerzas Armadas que cesen las hostilidades a partir de las 18H00 (15H00 GMT) del 5 de septiembre", indicó el presidente citado por su servicio de prensa. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que formó parte de las negociaciones de paz, confirmó por su parte que el fin de los enfrentamientos en el este del país debía empezar a las 15H00 GMT. El acuerdo prevé la retirada de las tropas y un intercambio de prisioneros, agregó la OSCE. El Kremlin expresó este viernes su deseo de que el alto el fuego acordado en Minsk entre Ucrania y los insurgentes separatistas apoyados por Rusia sea "respetado punto por punto". "Moscú espera que todas las disposiciones del documento y los acuerdos obtenidos sean respetados punto por punto por todas las partes", dijo el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, citado por la agencia oficial Itar-Tass. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, que declaró su escepticismo frente al plan de paz ruso para Ucrania, indicó este viernes que espera que el anuncio de alto el fuego entre el gobierno ucraniano y los separatistas sea el primer paso hacia un proceso político. "Saludo el acuerdo si un verdadero alto el fuego puede implementarse, pero una cosa es declarar un alto el fuego, el próximo paso crucial es implementarlo. Pero por ahora todo bien, espero que este paso pueda ser el comienzo de un proceso político constructivo", dijo. El gobierno de Ucrania y los insurgentes prorrusos habían empezado a negociar este viernes en Minsk un alto el fuego apoyado por Rusia, para poner fin al conflicto que ha causado 2.600 muertos. Un alto el fuego sería un éxito para los separatistas y para Rusia, ya que ratificaría de hecho la pérdida por parte de Ucrania de numerosas ciudades del este del país, tras las victorias militares de los rebeldes ayudados -según Occidente- por tropas rusas. La reunión en la capital bielorrusa del "grupo de contacto" congregó a representantes de Ucrania, Rusia y la OSCE. Los separatistas prorrusos estuvieron representados, a su vez, por el 'primer ministro' de la República popular autoproclamada de Donetsk (DNR), Alexandre Zajartshenko; y su homólogo de la 'República de Lugansk', Igor Plotniskii. Entretanto, la OTAN decidía este viernes crear una fuerza militar de despliegue rápido, ante la preocupación de los aliados del este de Europa por la crisis en Ucrania.  Esta fuerza permitirá a la OTAN "mantener una presencia continua en el este del territorio de la Alianza", dijo Anders Fogh Rasmussen, secretario general de Alianza, que celebra una cumbre en Newport (Gales). Occidente acusa a Rusia de apoyar con soldados y material militar a los insurgentes prorrusos en el este de Ucrania. Moscú lo niega. Francia ha condicionado la entrega de un barco de guerra Mistral a Rusia –un contrato de 1.200 millones de euros– a la firma de una tregua y de una solución política al conflicto. Condiciones para la tregua En víspera del inicio de las negociaciones de Minsk, el presidente Petro Poroshenko había recordado las condiciones de Ucrania para un alto el fuego: control de la frontera ruso-ucraniana por la OSCE, retirada de las tropas rusas y liberación de soldados ucranianos detenidos por insurgentes o tropas rusas. El presidente ruso, Vladimir Putin, presentó por su lado un plan de paz de siete puntos, en el que pide que las fuerzas gubernamentales ucranianas se retiren de las regiones industriales de Donetsk y Lugansk, feudos separatistas. Por su parte, los dirigentes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk propusieron su propio plan, y se declararon dispuestos a un alto el fuego si hay acuerdo en Minsk y si Kiev firma un plan de solución política.