El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksei Reznikov, confirmó este lunes la llegada al país de un nuevo paquete de armamento procedente de Estados Unidos y conformado por cuatro sistemas de lanzamisiles múltiple modelo ‘HIMARS’.
El funcionario agradeció en sus redes sociales al presidente Joe Biden, y al secretario de Defensa, Lloyd Austin, por su empeño en “fortalecer al Ejército ucraniano”.
“Hemos demostrado ser operadores inteligentes de esta arma. El sonido de la descarga de los ‘HIMARS’ se ha convertido en un gran éxito musical este verano en primera línea de batalla”, señaló el ministro ucraniano.
La Administración de Estados Unidos anunció a finales de julio un nuevo envío de asistencia armamentística a Ucrania en el marco de la invasión rusa que se inició hace seis meses.
El portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, señaló, en su momento, que este nuevo lote, valorado en 270 millones de dólares, incluye sistemas de lanzamiento de misiles de medio alcance y drones tácticos.
Con estos 270 millones, Washington eleva hasta los 8.200 millones de dólares, el valor de la asistencia que la Casa Blanca ha enviado a Kiev desde el inicio de la invasión.
El presidente de Ucrania pide evacuar la región de Donetsk
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió a la población evacuar la región de Donetsk, la zona del este de ese país que se encuentra en primera línea de fuego del conflicto y cuyas ciudades son constantemente bombardeadas por los rusos.
Ucrania también solicitó a la Cruz Roja y a la ONU acceso a sus soldados retenidos por las fuerzas rusas.
“Se tomó una decisión gubernamental sobre la evacuación obligatoria de la región de Donetsk”, declaró el presidente ucraniano en su alocución diaria. “Por favor, evacuen”, agregó el mandatario, quien dijo que actualmente la principal arma de Rusia es el “terror”.
Añadió que “la decisión de marcharse debe tomarse en algún momento. Cuanta más gente abandone ahora la región de Donetsk, menos personas matará el ejército ruso”.
Un poco antes, el responsable ucraniano para los Derechos Humanos, Dmitro Lubinets, dijo en televisión que solicitó a la Cruz Roja y a la Misión de Observación de los Derechos Humanos de la ONU que se desplazaran a Olenivka.
Es en esta localidad, ahora controlada por el Kremlin, donde una cárcel con prisioneros de guerra ucranianos fue atacada el pasado viernes, dejando decenas de muertos.
Según Lubinets, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) presentó una solicitud, pero aún no ha obtenido la autorización de los rusos.
“Provocación atroz”
Entre tanto, la región de Mykolaiv, al sur de Ucrania fue atacada nuevamente con un “bombardeo masivo”, según reportó su alcalde, Aleksandr Sienkevych en una publicación de Telegram.
Es “probablemente el más fuerte de todos los tiempos”, dijo. “Poderosas explosiones se escucharon después de la 1:00 am y alrededor de las 5:00 am. Varios objetos fueron destruidos y viviendas resultaron dañadas”, señaló.
Los ataques habían seguido en varias ciudades ucranianas, un día después de que el ministerio de Defensa ruso acusara a Kiev de atacar una prisión en territorio controlado por tropas de ese país con misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos.
El ministerio calificó el ataque de “provocación atroz” destinada a impedir que los soldados capturados se rindieran.
Entre los muertos había miembros de las fuerzas ucranianas que se habían rendido tras semanas de lucha contra el bombardeo ruso de planta siderúrgica de Azovstal, en la ciudad portuaria de Mariúpol.
Según el ministerio de Defensa, 50 prisioneros ucranianos murieron y 73 fueron trasladados al hospital con heridas graves.
“Toda la responsabilidad política, legal y moral de esta sangrienta masacre de ucranianos recae en el presidente ucraniano”, afirmó la cartera.
Por su parte, Zelenski culpó directamente a Rusia. “Este fue un crimen de guerra ruso deliberado, un asesinato en masa deliberado de prisioneros de guerra ucranianos”, afirmó, dando una cifra de más de 50 muertos.
El mandatario también instó a la comunidad internacional, en particular a Estados Unidos, a que declare oficialmente a Rusia como “Estado patrocinador del terrorismo”.
Los miembros del regimiento Azov estaban entre los que se rindieron en Azovstal.
El comandante del batallón, Mikita Nadtochiy, dijo que consideraba que el ataque a la cárcel de Olenivka había sido “un acto de ejecución pública”.
* Con información de Europa Press y AFP.
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