Unos 160 vehículos pudieron salir el lunes de la ciudad ucraniana de Mariúpol, asediada desde hace días por las fuerzas rusas y separatistas prorrusas, a través de un corredor humanitario, informaron las autoridades municipales.

Hacia la 1:00 p. m. (hora local) la columna de vehículos pudo tomar una carretera que une esta estratégica ciudad portuaria del mar de Azov con la ciudad ucraniana de Zaporiyia, indicó el ayuntamiento de Mariúpol en Telegram, sin precisar cuántas personas han podido huir de la ciudad.

Este hecho se produce en medio del restablecimiento de las conversaciones entre Ucrania y Rusia en la búsqueda de hallar una salida al conflicto derivado por la invasión que completa casi tres semanas y que ha causado miles de muertos y heridos y millones de personas que han huido por el conflicto.

Pero este proceso de evacuación de civiles se presenta a pesar de las denuncias de Ucrania sobre el ataque de tropas rusas a vehículos que han formado parte de corredores humanitarios, como sucedió hace apenas dos días cuando se denunció que personas que buscaban salir de un pueblo cerca de Kiev, recibieron disparos y resultaron muertas siete personas, entre ellas un niño.

“Durante un intento de evacuación del pueblo de Peremoga (...), en un corredor ‘verde’ acordado, los ocupantes abrieron fuego contra un grupo de civiles, compuesto exclusivamente por mujeres y niños. El resultado de este acto brutal fue de siete muertos. Uno de ellos es un niño”, señaló la Inteligencia ucraniana en Facebook.

Estas personas intentaban abandonar el pueblo de Peremoga para unirse al de Gostroluchchia, a unos 70 km al este de Kiev.

“Después del tiroteo, los ocupantes obligaron al resto de la columna a regresar al pueblo de Peremoga y no les permitieron salir del pueblo”, indicaron.

“Ahora es casi imposible establecer contacto con ellos y brindarles ayuda humanitaria y médica”, prosiguieron.

Las fuerzas rusas no cesan de cercar Kiev. También continúan bombardeando otras ciudades ucranianas, afectando en particular a varios hospitales en Mikolaiv y la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol, ya devastada tras casi dos semanas de asedio.

El miércoles pasado, un hospital pediátrico y una maternidad fueron atacados en esta ciudad del sureste, causando la muerte de tres personas y numerosos heridos.

Estos ataques contra civiles han provocado que Occidente acuse a Rusia de cometer “crímenes de guerra”.

El presidente ruso, Vladimir Putin, culpó a las fuerzas ucranianas de “violaciones flagrantes” del derecho humanitario, en una llamada telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.

Las acusaciones fueron calificadas de “mentiras” por la presidencia francesa.

Los vehículos militares rusos destruidos se ven en una calle del asentamiento de Borodyanka, mientras continúa la invasión rusa de Ucrania, en la región de Kiev, Ucrania. Foto REUTERS/Maksim Levin | Foto: REUTERS

Nueva ronda de negociaciones

Adicionalmente, una nueva ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania se inició el lunes por videoconferencia, mientras los combates no dejaban de aumentar, con una veintena de muertos en un bombardeo en la región separatista prorrusa de Donetsk y dos fallecidos en ataques en Kiev.

Estos últimos días, los combates se intensificaron en las proximidades de la capital ucraniana, casi totalmente rodeada.

El Kremlin dijo este lunes que el ejército ruso no descarta “tomar el control total de las principales ciudades que ya están rodeadas”. Esto implicaría un asalto militar de envergadura, ante una resistencia que se muestra feroz.

En la madrugada del lunes, un edificio de ocho pisos del barrio de Obolon, en el norte de Kiev, fue blanco de “un disparo de artillería”, y causó un muerto y 12 heridos, según los equipos de urgencia ucranianos. Más tarde, un bombardeo en otro barrio, cerca de la fábrica aeronáutica Antonov, causó otro fallecido.

Así luce Mariúpol luego de algunos bombardeos rusos sobre la ciudad ucraniana | Foto: Con derechos gestionados de AFP

En la periferia noroeste de Kiev, donde se producen violentos combates desde hace días, murió el domingo el videasta estadounidense Brent Renaud, el primer periodista extranjero fallecido en el conflicto, debido a disparos cuyo origen todavía se desconoce.

La capital es “una ciudad en estado de sitio”, dijo el domingo un consejero del presidente ucraniano.

En Donetsk, los separatistas prorrusos, apoyados por Moscú, que controlan este centro industrial desde 2014, anunciaron que un bombardeo del ejército ucraniano había causado al menos 17 muertos en el centro de la ciudad. Publicaron fotos que muestran varios cuerpos ensangrentados tendidos en una calle entre escombros.

“Ningún lugar seguro”

Más al oeste, otra gran urbe industrial, Dnipró, hasta ahora considerada un refugio para los civiles procedentes de Járkov o Zaporiyia, las sirenas de alarma retumbaron el lunes por la mañana durante cinco horas, por primera vez desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

Finalmente no cayeron proyectiles, pero “ya no hay ningún lugar seguro”, dijo a la AFP Yilena, de 38 años, que vino de Zaporiyia.

La ciudad de Mariupol, en el sureste de Ucrania, ha sido una de las mas afectadas por los ataques de las tropas rusas. | Foto: AFP

En el sur de Ucrania, Rusia estrechó el cerco, según el Ministerio británico de Defensa, que tuiteó que las fuerzas navales rusas establecieron “un bloqueo a distancia de la costa ucraniana del mar Negro”.

La situación sigue siendo dramática en el puerto estratégico de Mariúpol. Sitiado, sin luz ni alimentos, sigue a la espera de la ayuda humanitaria. Según las autoridades municipales, 2.187 habitantes perecieron desde el 24 de febrero.

Los combates llegaron también al oeste del país, hasta ahora relativamente tranquilo, con bombardeos el sábado por la noche contra la base militar de Yavoriv, cerca de Polonia, miembro de la Otan y de la Unión Europea, y de Leópolis, ciudad refugio para miles de desplazados.

Según Moscú, decenas de “mercenarios extranjeros” murieron. Para las autoridades ucranianas, las víctimas mortales eran todas civiles.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó de nuevo a la Otan a crear una zona de exclusión aérea en su territorio, lo que la alianza militar rechaza para no verse involucrada en la guerra.

“Si no cierran nuestro cielo, es cuestión de tiempo antes de que los misiles rusos caigan sobre su territorio, territorio de la Otan, las casas de ciudadanos de la Otan”, declaró el mandatario en un mensaje por video.

¿Putin-Zelenski?

Es en este contexto se reanudaron las conversaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana.

Poco antes del inicio, Mijailo Podoliak, negociador y consejero de Zelenski, aseguró que Ucrania seguiría exigiendo ”un alto al fuego inmediato y la retirada de todas las tropas rusas”.

“Solamente después de eso podremos hablar de nuestras relaciones y de nuestras diferencias políticas”, afirmó en Twitter.

Hasta la fecha, las anteriores negociaciones entre rusos y ucranianos fracasaron, pero esta vez las dos partes parecen mostrarse más optimistas.

Del lado ruso, Leonid Slutsky, del equipo de negociaciones, admitió que “vemos avances significativos”, en declaraciones el domingo a la televisión estatal RT.

Para Zelenski, su delegación tiene una meta clara: “Hacer todo para asegurar una reunión de presidentes, una reunión que estoy seguro la gente está esperando”.

Mientras se desarrollan estas nuevas negociaciones, persiste el temor a que el conflicto se propague y se multiplican las acciones diplomáticas.

*Con información de AFP.

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