Este 9 de agosto, mientras el candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio, se encontraba en un evento de campaña al norte de Quito, capital del país, se reportó una balacera que afectó directamente al aspirante del Movimiento Construye, según informaron medios locales.
Poco tiempo después, desde el ministerio del Interior se confirmó la muerte del candidato, lo que desató una ola de mensajes en las redes sociales en las que enviaban las condolencias a los seres queridos, así como quienes exigían seguridad para llevar a cabo el ejercicio electoral.
Según los reportes de los medios locales, el aspirante a la presidencia recibió tres disparos mortales en la cabeza que habrían dejado sin mucho que hacer a los paramédicos.
Es de recordar que el candidato ya había denunciado sobre amenazas contra él y su equipo de campaña, supuestamente provenientes del líder de una banda criminal ligada al narcotráfico, que está detenido.
“Pese a las nuevas amenazas, seguiremos luchando por la gente valiente de nuestro #Ecuador”, escribió Villavicencio en la red social X, antes llamada Twitter el martes 1 de agosto.
En un comunicado, su alianza Construye-Gente Buena (integrada por partidos de centro) informó por esa misma red social que “esta es la segunda amenaza que recibe en menos de 48 horas el equipo de campaña del candidato”.
En las redes sociales rápidamente se conocieron videos del momento en el que se efectuó la balacera en medio del evento de campaña. Las imágenes difundidas demuestran los segundos de angustia y terror, se ve a las personas corriendo, algunas otras tiradas en el piso mientras gritan y lloran.
“Seguridad, seguridad”, se escucha decir a algunas personas pidiendo atención rápida.
Tras el ataque y la confirmación de su muerte, un tío de Villavicencio, Galo Valencia, fue entrevistado por varios medios de comunicación en Ecuador y explicó lo que sucedió en el evento.
“Se terminó el mitin, estábamos saliendo cuando comienza una ráfaga, pensamos que era juegos pirotécnicos pero comienza la gente a caer a sangrar, muertos heridos, intentamos huir (...) confirmamos que eran sicarios y ‘¿Fernando dónde está, qué pasó con Fernando?’, unos decían: ‘no, está en la clínica, no te preocupes, pero ya confirmamos su muerte’”. Y agregó: “fueron 30 o 40 disparos”.
Hasta el momento se espera el dictamen de la policía en el que se informe sobre los detalles del hecho y el número de personas que resultaron afectadas por la agresión.
Amenazas de muerte
En un comunicado, su alianza Construye-Gente Buena (integrada por partidos de centro) informó por esa misma red social que “esta es la segunda amenaza que recibe en menos de 48 horas el equipo de campaña del candidato”.
El más reciente mensaje de intimidación llegó a través de WhatsApp al teléfono de un coordinador de seguridad del candidato, un periodista que fue miembro de la Asamblea Nacional disuelta por el presidente Guillermo Lasso en mayo haciendo uso de una facultad constitucional, lo que dio paso a los comicios generales anticipados para completar el actual período de cuatro años (hasta mayo de 2025).
“Ya sé que eres el de seguridad, de hoy no pasas... te estoy vigilando”, señala el texto de Construye-Gente Buena difundido por Villavicencio.
El lunes, el aspirante presidencial dijo a la prensa que su equipo recibió una “gravísima amenaza” de alias Fito, líder de la banda criminal Los Choneros, vinculada al narcotráfico. Señaló “que si sigo refiriéndome a él y a su estructura ellos atacarán en mi contra”.
El comunicado agregó que pese a las amenazas, Villavicencio no suspenderá su campaña de cara a las elecciones del próximo 20 de agosto.
Este martes, el candidato realizó un recorrido por la ciudad costera de Machala, al suroeste y capital de la provincia bananera de El Oro (fronteriza con Perú).
Siendo presidente de la comisión legislativa de Fiscalización, Villavicencio continuó denunciando casos de corrupción como lo venía haciendo cuando se desempeñaba de periodista.
Junto a las elecciones de presidente y vicepresidente, y de los 137 congresistas, se celebrarán dos consultas populares promovidas por ambientalistas para frenar la explotación de petróleo y minerales en dos zonas declaradas reservas de la biosfera.
*Con información de AFP.