Una historia ‘idílica’ se ha robado la atención durante las últimas semanas, luego de que se conociera el caso de Carmen y Lupita, siamesas mexicanas unidas por la pelvis y se han convertido en toda una sensación en redes sociales. Las jóvenes comparten su sistema reproductivo, aunque una de ellas afirma ser asexual, es decir, no siente atracción hacia alguien.
Así como son múltiples las cosas que les vinculan también mantienen diferencias, pero 22 años han sido más que ‘suficientes’ para sobrellevarlas. Además, la unión entre ellas no se limita a la condición física, pues tienen objetivos profesionales en común y dejan entrever no solo las ganas de salir adelante, sino una valentía y amor por la vida que las caracteriza.
Las siamesas migraron desde México hacia Estados Unidos cuando eran bebés y, hoy en día, viven en Connecticut. En lo que respecta a sus propósitos académicos, hay otro aspecto que les relaciona: ambas se inclinan por la veterinaria y, buscando ese sueño, Carmen ya está en la universidad para ser enfermera, mientras su hermana quiere comenzar con un técnico en ese ámbito.
El amor entre Daniel y Carmen
De la vida de estas siamesas ha resaltado también la relación que tiene Carmen con Daniel, un joven al cual conoció en una aplicación de citas y quien, para ella, “es diferente a todos los demás”. Según dijo en conversación con Today.com, desde el momento cuando se conocieron, él supo del diagnóstico que tenía con su hermana y ella destacó la ‘ausencia’ de prejuicios, en ese sentido.
De hecho, en diálogo con ese medio, la joven reconoció que, antes de conocerlo, hubo varias ocasiones en las cuales canceló citas a último minuto con otras personas porque estaba ‘llena‘ de inseguridades. Esa sensación fue pasando a segundo plano con este hombre.
Ya son casi tres años desde que Daniel y Carmen se conocieron; los planes a futuro no están alejados en los temas de conversación, mientras esperan irlos ‘solidificando’ con el tiempo.
Su meta es irse a vivir juntos para luego comprometerse; a esto se suma la ‘ventaja’ de que Lupita tiene una buena relación de amistad con él.
“Es divertido porque me quedo dormida más tarde que Lupita, pero cuando Daniel se queda me duermo rápidamente (...). A veces me siento mal porque quiero pasar mucho tiempo con Daniel. Así que tratamos de llegar a compromisos. Como que (mi hermana) escogerá dónde salimos a cenar o qué actividad vamos a hacer”, dijo Carmen.
¿Se contempla un embarazo?
Las mexicanas, radicadas en Estados Unidos, tienen endometriosis. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este es un padecimiento en el cual en la zona externa del útero crece un tejido que podría dificultar quedar en embarazo. Además, tener hijos no se sitúa entre las prioridades de Daniel y Carmen, aun cuando ella afirma que a los dos les encantan los niños.
“Tanto Daniel como yo amamos a los niños, pero no queremos ninguno propio (...). Lupita y yo no podemos quedar embarazadas, tenemos endometriosis y también estamos con un bloqueador de hormonas que nos impide menstruar”, reveló a Today.com.
Aunque las siamesas reconocen que, de niñas, no faltaron algunos comentarios negativos, uno de sus objetivos, con el auge que tienen en redes sociales, es ‘normalizar’ su condición y que se empiecen a dejar atrás los prejuicios. “Debes recordar: no solo somos gemelas unidas, somos personas”.
También hacen hincapié en la importancia de disfrutar la vida; por ello, no solo van a conciertos sino a viajes. Un objetivo a corto plazo, es retomar el ejercicio que empezaron a relegar cuando llegó la pandemia de coronavirus.
El increíble caso de Olivia Farnsworth
En Reino Unido el nombre de Olivia FarnsWorth no pasa desapercibido, pues a la menor se le conoce como la “niña biónica” por una inusual condición que, a diferencia del resto de seres humanos, no le lleva a sentir dolor ni a la necesidad de dormir o comer. Medios internacionales aseguran que ese caso es único en el mundo, al reunir los tres aspectos.
La situación de FarnsWorth científicamente se explica por una irregularidad en el cromosoma seis y el diagnóstico que recibió fue deleción. Una de las preocupaciones en torno a la menor es que, por ejemplo, ante la ausencia de dolor puede estar más propensa a sufrir accidentes.
Justamente un siniestro vial fue el que llevó a indagar sobre lo que sucedía con la niña inglesa cuando un vehículo la atropelló y arrastró por, al menos, 20 metros. La reacción de quienes presenciaron el accidente fue de sorpresa, pues la pequeña británica ni se inmutó; incluso, les preguntó a sus familiares qué sucedía.
“Estaba gritando y todos mis otros hijos estaban gritando cuando ella salió corriendo, pero Olivia estaba como, ‘¿Qué está pasando?’. Ella se levantó y comenzó a caminar hacia mí (...). Debido al impacto, debería haber tenido heridas graves”, dijo la mamá de FarnsWorth en una entrevista, según el diario Daily Mail.