Rodrigo Constaín es un ciudadano colombiano que reside en los Estados Unidos y se encontraba departiendo tranquilamente en una pequeña embarcación en el humedal de los Everglades, en el estado de Florida. Cuando de un momento a otro el tranquilo paseo del bogotano se convirtió en un infierno en cuestión de segundos y tuvo que luchar para salvar su propia vida.
Con tan solo unos minutos desde que había arrancado de tierra firme con su embarcación, un accidente hizo que su barco se volteara provocando su caída a las peligrosas aguas del humedal. Pero la situación se tornó peor cuando, en su intento de volver a subirse al velero, se diera cuenta de que algo le estaba tomando la pierna.
“No lo podía ver en el agua. Cuando me agarró, sentí que mi pierna estaba atrapada, así que metí las manos y sentí su hocico. Era un hocico alargado, por eso supe que era un cocodrilo. Solo traté de que lo abriera, pero yo no tenía la fuerza suficiente. Al final, él lo abrió la boca y me libero”, narró el sobreviviente en relato a Noticias Caracol.
Después de tal traumática situación, Constaín logró nadar hasta la orilla donde pudo ser socorrido por las autoridades de la zona que descartaron cualquier peligro que pusiera en riesgo su vida, pero por las heridas que le hizo el depredador fue trasladado hacia un centro médico donde fue atendido por profesionales de la salud que curaron cualquier afectación hacia su integridad.
“Siento que la única explicación sobre eso es Dios. Él me salvó la vida. Él estaba conmigo en ese momento porque la única explicación de cómo tomé su hocico y lo abrió es Dios, no hay más explicación. Si yo no creyera en Dios, no hubiera sobrevivido”, narró el bogotano en la mencionada entrevista.
De acuerdo con expertos, aunque los incidentes causados por caimanes son poco frecuentes en Florida, los ataques de cocodrilos son aún más raros. Los cocodrilos tienden a ser naturalmente reservados y solitarios por su naturaleza. Además, en Florida hay menos cocodrilos que caimanes. Según la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre, en la última década se han reportado ocho ataques de caimanes al año en este estado, mientras que solo se han registrado dos ataques de cocodrilos.
Por ahora, Rodrigo Constaín se termina de recuperar de sus heridas en un centro médico en la Florida, mientras él y su familia se alegran de poder contar toda la experiencia como una anécdota en la cual miró a la muerte de cerca.