Sobre el mediodía de este jueves –17 de noviembre– la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, anunció que no se postularía para liderar nuevamente la Cámara Baja. Sin embargo, su decisión no la excluye del Congreso, donde permanecerá en representación de San Francisco, California.
“Para mí, ha llegado la hora de que una nueva generación dirija la bancada demócrata que tanto respeto”, dijo quien llegó a ocupar el tercer cargo más importante de la nación. El presidente, Joe Biden, fue uno de los primeros en agradecerle por los años de servicio y destacar su trabajo.
“Cuando pienso en Nancy Pelosi, pienso en dignidad. La historia la señalará como la presidenta de la Cámara de Representantes más importante de la historia: es la primera, la última y siempre para el pueblo. Estados Unidos tiene con ella una deuda de gratitud por su servicio, patriotismo y dignidad”, enfatizó.
En medio de aplausos, esta política evocó memorias de sus años en ese organismo que, aseguró, vio revolucionar para ser “más representativa de nuestra hermosa nación”.
¿Qué implicaciones tiene su decisión?
SEMANA consultó con el experto en campañas políticas, Danny Ramírez, sobre los efectos que podría recibir de forma directa la bancada demócrata, una vez Pelosi dé un paso al costado. Su paso en ese cargo estuvo marcado por liderar, por ejemplo, procesos de investigación contra Donald Trump, expresidente y uno de sus principales rivales.
“La renuncia (...) es, sin duda, un revés para el partido porque pierde una de sus figuras más importantes y que ha sido la política estadounidense más relevante de los últimos 20 años, junto con Hillary Clinton”. Ella “había desarrollado su misión como ‘speaker’ en los diferentes periodos del Congreso, una persona experimentada que sabía cómo se movían los hilos del poder”, explica.
Ramírez apunta a que ese paso al costado significa una pérdida no de menor importancia, pues a sus 82 años toma una decisión motivada por los procesos de transformaciones constantes que ha sufrido el ala demócrata. Sin embargo, son renovaciones que le darían la tranquilidad de que los nuevos liderazgos tienen las aptitudes para sortear situaciones venideras.
En su trayecto ha sido reconocida por jugar un rol clave en la aprobación de la agenda de Biden, como anteriormente lo hizo bajo la administración Obama. Reuters destaca que se le atribuyen medidas en materia de infraestructura y medio ambiente. Pero también ha sido blanco de críticas por parte de conservadores.
Un tropiezo para los demócratas
En este punto está “la pérdida del control de la Cámara” representa un tropiezo para su partido, luego de que los republicanos obtuvieron la mayoría a poco más de una semana de los comicios intermedios. Otro aspecto que pudo motivar su decisión gira en torno a la esfera personal tras la agresión de la que fue objeto su esposo, Paul hace algunas semanas.
“Quizás en estos momentos (para Pelosi) el tema familiar sea más importante que las aspiraciones” en el legislativo. “Se va (del liderazgo) una de las políticas más importantes a nivel mundial, queda un legado muy fuerte y queda un vacío en el poder para los demócratas, pero también” una serie de integrantes “que van a buscar ese control”.
En cuanto a su reemplazo, ya “aparecen senadores experimentados que podrían llevar esa batuta”, agrega Ramírez a SEMANA. Medios locales ponen en escena algunos nombres para sucederle como el representante por Nueva York, Hakeem Jeffries, y Kevin McCarthy, del área republicana.