Un enigma que persistió por siglos en la historia del arte bizantino podría haber sido resuelto gracias a técnicas modernas de análisis forense. La identidad de “Panselinos”, el misterioso maestro del arte sacro, ha sido atribuida a Ioannis Astrapas, un destacado pintor de Tesalónica cuya obra marcó el renacimiento del arte ortodoxo en los siglos XIII y XIV.
El arte bizantino y su misterio más intrigante
El arte bizantino, con sus representaciones de santos de expresiones solemnes y paisajes geométricos, marcó una época dorada en la tradición ortodoxa. Sin embargo, muchos de sus grandes artistas permanecen en el anonimato. “Panselinos” fue un nombre que durante años representó la cumbre de esta tradición, pero su identidad real era desconocida.
Nuevas investigaciones realizadas por la experta en grafología judicial Christina Sotirakoglou han arrojado luz sobre el misterio. Comparando las inscripciones en un manuscrito medieval con las letras de una pintura mural en la iglesia de Protato, en el Monte Athos, Sotirakoglou concluyó que Ioannis Astrapas, un miembro de la Escuela de Pintura Macedónica, era la persona detrás del seudónimo.
Códice medieval y grafología: claves de un hallazgo
El punto de partida fue el análisis del Códice Marciano GR 516, un manuscrito griego ilustrado que abarca temas como astronomía y teoría musical. Este texto contenía ilustraciones que mostraban similitudes con las obras atribuidas a “Panselinos”. Entre ellas, una luna llena que sugería una conexión simbólica con el apodo del pintor.
La labor de Sotirakoglou implicó comparar la caligrafía del códice con las inscripciones de las pinturas murales de Protato. Aunque enfrentó restricciones —las mujeres tienen prohibido entrar al Monte Athos desde hace más de mil años—, utilizó fotografías de alta resolución para identificar características distintivas en las letras griegas, como la peculiar forma de la letra Phi y la proporción de la T.
“El códice está escrito en minúsculas, mientras que las pinturas usan mayúsculas estilizadas, pero ciertos detalles permanecen constantes”, explicó Sotirakoglou. Estas similitudes permitieron establecer una conexión directa entre Astrapas y las pinturas de Protato, tradicionalmente atribuidas a “Panselinos”.
Ioannis Astrapas no solo inyectó humanidad en la rigidez del arte sacro, sino que también revivió técnicas clásicas para adaptarlas al simbolismo bizantino. Según el padre Cosmas Simonopetritis, quien lideró parte de la investigación, Astrapas combinaba “la espiritualidad ortodoxa con los principios del mundo clásico”.
“Ahí nació mi deseo... de explorar el misterio en torno al nombre y la identidad de Panselinos”, afirmó, apuntando que cree que el artista “ha adquirido ahora su verdadera identidad” señaló el padre.
*Con información de AP.