Miles de muertos, millones de refugiados, infraestructuras destruidas, casi la mitad de la población dependiente de la ayuda humanitaria. Los ucranianos viven en un “infierno”, denunció este viernes –24 de febrero– el secretario general de la ONU, António Guterres, con motivo del primer aniversario de la invasión rusa en Ucrania.
“La vida es un infierno para los ucranianos”, resumió Guterres en la reunión ministerial especial del Consejo de Seguridad de la ONU, ‘atado de pies y manos’ por el derecho a veto de Rusia, uno de los cinco miembros permanentes.
A pedido del canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, las delegaciones observaron un minuto de silencio por las víctimas de la ofensiva, a lo que el representante ruso reaccionó pidiendo ampliar el homenaje a “todas” las víctimas del conflicto.
Tras la aprobación por dos tercios de los 193 miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la víspera, para exigir la salida de las fuerzas rusas de Ucrania, poniendo una vez más de manifiesto el aislamiento de Moscú, el líder de ese organismo presentó una foto de las consecuencias en un año de guerra.
El drama de miles de desplazados
Cerca de 8 millones de refugiados en Europa, 5,4 millones de desplazados internos; 17,6 millones de personas –en torno al 40 % de la población– dependientes de ayuda humanitaria; 30 % de empleos destruidos, y infraestructuras esenciales, como el agua potable, energía o calefacción destruidas, hacen parte del balance.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), cerca del 40 % de los ucranianos no tienen suficiente comida y más de la mitad de los niños han tenido que abandonar sus hogares. Muchos menores no acompañados se enfrentan a “graves riesgos de violencia, abuso y explotación”, recordó.
“Un año de sufrimiento inhumano para el pueblo ucraniano, cuya resistencia y valor suscitan la admiración”, comentó la ministra francesa de Relaciones Exteriores, Catherine Colonna. “Un año de exacciones, ejecuciones, bombardeos a civiles, torturas, violaciones, secuestros y deportación de menores”.
Estados Unidos reiteró apoyo a Kiev
Por su parte, y a la espera de que los responsables respondan por sus actos, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señaló que “un año después, la lucha de Ucrania se ha convertido en una inspiración para el mundo. En cada paso del camino, Kiev ha demostrado que no será subyugada. Estados Unidos se enorgullece de apoyarla mientras se defiende, y seguiremos haciéndolo durante el tiempo que sea necesario”.
“Ucrania no es una víctima”, respondió el embajador ruso ante la ONU Vasili Nebenzia. “No podemos aceptar un nido de avispas rusófobas en nuestras fronteras”, sostuvo. Pero como recordó Guterres, Ucrania no es la única que ha sufrido por la guerra: “La Federación rusa también sufre las letales consecuencias” del conflicto.
China hizo llamado al diálogo
China urgió a Moscú y Kiev a reanudar las negociaciones de paz lo antes posible y advirtió que las armas nucleares no deben usarse en este conflicto, según un documento publicado el viernes, en el primer aniversario de la guerra.
Pekín también se puso en guardia contra ese armamento, días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara la suspensión de su participación en un tratado de desarme Nuevo Start. “Las armas nucleares no deben usarse y las guerras nucleares nunca deben librarse. Hay que oponerse a la amenaza o el uso” de estas, añadió el documento.
El texto subrayó la necesidad de proteger a los civiles: “Las partes en conflicto deben respetar estrictamente el derecho humanitario internacional y evitar atacar civiles o instalaciones civiles”.
*Con información de la AFP.