Hungría se ha convertido en una piedra en el zapato para aquellos países que quieren hacer parte de la Otan.
Precisamente el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, siguió insistiendo en que Ucrania no puede ingresar a la alianza debido a que en estos momentos está en guerra.
“Está claramente establecido en el tratado de la Otan que aquellos países que están en guerra no pueden ser miembros”, dijo de manera tajante el mandatario húngaro al medio alemán Bild.
Además de esto, aseguró en otra entrevista que Ucrania no puede ganar esta guerra y expuso como alternativa, para poner fin al conflicto, una negociación entre Washington y Moscú.
“Estados Unidos y Rusia deben llegar a un acuerdo para salvar a Ucrania, de lo contrario el país perderá enormes riquezas y muchas vidas”, dijo el primer ministro húngaro en una entrevista para la cadena alemana Welt.
Esas negociaciones deben incluir no solo un acuerdo acerca de la “arquitectura de seguridad”, sino también el “espacio” que deberá ocupar a partir de entonces Ucrania, Estado al que no considera del todo soberano, pues depende económica y armamentísticamente de otros.
“El primer paso es un alto al fuego”, dijo Orbán, quien ha mostrado cierto escepticismo con el hecho de que ya en la cumbre de la Otan, que se celebra el 11 y el 12 de julio en Vilna, Lituania, Ucrania vaya a disponer de las tan ansiadas garantías de seguridad de la Alianza, mientras dura su proceso de adhesión.
Por otro lado, también hizo referencia al intento de insubordinación del Grupo Wagner en Rusia; pero no coincide en señalar que estos hechos hayan debilitado la figura del presidente ruso, Vladimir Putin. Al contrario, se vio reforzado, explicó, tras sofocar la rebelión en apenas un día.
“Aquellos que piensan que es posible reemplazar a Putin como presidente de Rusia no entienden al pueblo ruso y la estructura de poder en Rusia. Esto es Rusia. Rusia funciona de manera diferente a nosotros. Las estructuras en Rusia son muy estables”, señaló Orbán.
Pero no solo Hungría ha sido crítica por la adhesión de Ucrania a la Otan, también lo hace con Suecia.
Problemas para Hungría por sus posturas
Hace unos días, el senador republicano, James Risch, el miembro de mayor rango en la comisión de Asuntos Exteriores del Senado de Estados Unidos, frenó una venta del sistema lanza misiles HIMARS por valor de 735 millones de dólares a Hungría en represalia por el bloqueo que ha impuesto a la adhesión de Suecia en la Otan.
“Desde hace algún tiempo he expresado directamente mis preocupaciones al Gobierno húngaro con respecto a su negativa a avanzar en la votación para que Suecia se una a la Otan”, dijo Risch en declaraciones a The Washington Post.
“Por el hecho de estar en junio y que todo siga igual, he decidido que esta nueva venta de equipamiento militar estadounidense a Hungría se suspenderá”, enfatizó el senador por Idaho, quien le ha pedido a Budapest a desbloquear su postura si quiere recibir el paquete, que incluye 24 baterías de lanzacohetes HIMARS y más de cien misiles y otras piezas de apoyo y complementos.
Todas las ventas importantes de armamento requieren que el presidente y los miembros de mayor rango de los comités de Asuntos Exteriores del Senado y la Cámara de Representantes de el visto bueno antes de que el Departamento de Estado haga oficial la venta. La negativa de Risch impide, por tanto, seguir adelante.
Con información de Europa Press