Boris Johnson le preguntó durante su mandato a dos eminentes científicos encargados de asesorar al Gobierno sobre el posible uso de un secador de pelo especial ubicado cerca de la nariz para luchar contra la covid-19, afirmó su exasesor.
Dominic Cummings, quien fue el principal asesor de Boris Johnson, afirmó en una declaración escrita y dada a conocer el pasado primero de noviembre, a propósito de la investigación pública sobre la gestión de la pandemia, que Johnson hizo circular en marzo de 2020 “un video de un tipo que utilizaba un secador especial para el pelo en la nariz para matar la covid-19 y preguntó al asesor científico del Gobierno, Patrick Vallance, y al director médico, Chris Whitty, qué pensaban”.
Agregó que el video ya no está disponible, porque fue eliminado de la plataforma YouTube.
Además, describió a Boris Johnson como alguien “extremadamente distraído” y enumeró sus problemas financieros, causados por la finalización de su divorcio.
“Su pareja actual quería anunciar su compromiso” y el exmandatario “decía que quería trabajar en su libro sobre Shakespeare, que aún no ha visto la luz”.
La publicación de este testimonio se produjo al día siguiente de una abrumadora jornada para el ex primer ministro de Reino Unido en la investigación pública sobre la gestión de la pandemia.
Los antiguos asesores de Boris Johnson dijeron el martes 31 de octubre haberlo visto abrumado por los acontecimientos y poco preocupado por las víctimas, en un país muy golpeado por la pandemia, con más de 230.000 muertos.
El miércoles, primero de noviembre, la importante funcionaria Helen McNamara calificó de “violentos y misóginos” los mensajes que recibía del ex primer ministro y Dominic Cummings denunció la atmósfera “tóxica” que reinó durante su mandato.
El propio Dominic Cummings se vio sumergido en una tormenta mediática por haber viajado en pleno confinamiento, pero Boris Johnson lo apoyó y lo mantuvo en su cargo a pesar de la polémica.
Boris Johnson se vio obligado a dimitir en julio de 2022, debido a una sucesión de escándalos, principalmente por las fiestas en Downing Street, que violaron las normas sanitarias contra la covid-19.
En días pasados, exconsejeros de Boris Johnson ya habían criticado la gestión del ex primer ministro británico durante la crisis de la covid-19 y señalaron su falta de decisión y de interés por las víctimas, en el marco de una investigación pública dedicada a la pandemia.
Al principio de la crisis sanitaria, el exdirigente relativizó la situación y tardó en imponer el confinamiento, que finalmente fue uno de los más estrictos en Europa.
Pero los testimonios de su entorno y los documentos publicados por la comisión de investigación lanzada en junio sobre la pandemia, que dejó más de 230.000 fallecidos en el Reino Unido, muestran un panorama todavía más desolador en el centro del poder en aquellos meses de 2020.
El emoji con el que sus equipos lo describían en sus conversaciones en WhatsApp es muy significativo: un carrito de supermercado, que puede ser empujado de un lado a otro en todas direcciones.
“Casi todo el mundo lo calificaba de carrito, sí”, confirmó su jefe de gabinete de aquel entonces, Dominic Cummings, interrogado durante varias horas por la comisión.
“Fue la crisis equivocada para las competencias del primer ministro”, estimó Lee Cain, exdirector de comunicación en Downing Street.
*Con información de la AFP.