Un submarino de propulsión nuclear de Estados Unidos chocó contra un objeto desconocido en el mar de China Meridional, un incidente que ha dejado más de una decena de heridos.

El suceso tuvo lugar en aguas internacionales de la región del Indo-Pacífico el sábado 2 de octubre, aunque la Flota del Pacífico de Estados Unidos habló el jueves sobre los hechos y aseguró que el submarino, el USS Connecticut, “permanece en una condición segura y estable”.

“La planta de propulsión nuclear y las instalaciones no se vieron afectadas y siguen siendo plenamente operativas”, manifestó en un balance de daños, según recoge la agencia estadounidense Bloomberg.

Por otro lado, un informe del Instituto Naval de Estados Unidos señaló que aunque más de una decena de marineros resultaron heridos a causa del choque, estos presentaron “heridas leves y moderadas”.

El suceso tuvo lugar en aguas internacional de la región del Indo-Pacífico el sábado 2 de octubre, aunque la Flota del Pacífico de Estados Unidos habló el jueves sobre los hechos y aseguró que el submarino, el USS Connecticut, “permanece en una condición segura y estable”. | Foto: Navy Office of Information

El último incidente conocido de un submarino estadounidense que chocó contra un objeto submarino tuvo lugar en 2005, cuando el USS San Francisco golpeó una montaña submarina en una colisión en la que murió un marinero a bordo.

Ahora, el incidente del USS Connecticut se ha producido pocas semanas después de que Australia, Reino Unido y Estados Unidos anunciaran el acuerdo de seguridad y defensa AUKUS. El pacto entre las potencias de habla inglesa se tejió a espaldas de Europa, generando indignación en Francia, ya que supondrá la ruptura abrupta de un contrato millonario entre París y Canberra para fabricar submarinos de diseño francés.

También, tuvo lugar en medios de las tensiones entre Estados Unidos y China tras las incursiones del Ejército chino en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán.

Como se sabe, el domingo Estados Unidos reprendió a China por su actividad militar ”provocadora” y “desestabilizadora”, un día después de que aviones de combate y bombarderos chinos hicieran su mayor incursión en la zona de defensa aérea de Taiwán.

“Estados Unidos está muy preocupado por la provocadora actividad militar de la República Popular China cerca de Taiwán: es desestabilizadora, impone riesgos de errores de cálculo y socava la paz y la estabilidad de la región”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado. “Instamos a Pekín a que cese la presión y coerción militar, diplomática y económica sobre Taiwán”, agregó.

La demostración de fuerza de Pekín comenzó el viernes, en ocasión del Día Nacional de China, con una incursión récord de 38 aviones militares, entre ellos un bombardero H-6 con capacidad nuclear.

El sábado, Taiwán denunció una nueva incursión récord de 39 aviones y acusó a Pekín de “intimidación” y “dañar la paz regional”. “Es evidente que el mundo, la comunidad internacional, rechaza cada vez más estos comportamientos de China”, dijo a la prensa el primer ministro Su Tseng-chang.

Taiwán, una democracia de 23 millones de habitantes, vive bajo la constante amenaza de una invasión China, que considera a la isla un territorio díscolo.

Pekín aumentó la presión sobre Taipéi desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, quien dice ver a la isla como “independiente” y no como parte de “una sola China”.

Bajo el mandato del presidente Xi Jinping, los aviones de combate chinos cruzan la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán (ADIZ) prácticamente a diario.

ADIZ no es lo mismo que el espacio aéreo de Taiwán, sino que incluye un área mayor que se solapa con parte de la zona de identificación de defensa aérea de China continental e incluso con parte de su territorio. Xi ha dicho que es “inevitable” que Taiwán se convierta en parte del continente.

Con Europa Press y AFP.