Las autoridades japonesas reportaron este sábado un terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter, que se registró cerca de la costa japonesa de Fukushima.

De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), las autoridades locales aún no han emitido la alerta de tsunami derivada del movimiento telúrico.

El epicentro del temblor fue a 90 kilómetros de la localidad de Namie, con hipocentro a 54 kilómetros de profundidad. Fue tal la magnitud del sismo que alcanzó a sentirse en Tokio, capital de Japón, donde algunos usuarios de redes sociales reportaron que “vibraron” algunos edificios.

Hasta el momento las autoridades locales no han reportado personas afectadas por el terremoto, mientras que en redes sociales usuarios han mostrado algunos daños materiales que dejó el sismo. En uno de los videos se percibe cómo un televisor es sacudido por el sismo.

Otra imagen muestra cómo el terremoto mueve los elementos de una oficina que se encontraba casi vacía.

Fukushima ya sufrió los efectos de un terremoto

En 2011, Fukushima fue el epicentro de la mayor catástrofe natural reciente de Japón cuando un sismo de magnitud 9 en la escala de Richter destruyó la ciudad.

Lo peor no terminó ahí porque el terremoto causó que un tsunami llegara a Japón y acabara con la vida de más de 15.000 personas.

De acuerdo con medios japoneses, el tsunami alcanzó a tener una altura de 4 metros y golpeó la Prefectura de Iwate en Japón. Las olas llegaron a tocar los 10 metros de altura y se llevaron consigo vehículos y edificios.

Otra de las consecuencias del sismo y el tsunami fue la alerta por la presencia de un posible escape radioactivo en las plantas nucleares que hay en Fukushima.

La región alcanzó a decretar la emergencia en la central nuclear de Fukushima 1, pero gracias a la labor de las autoridades y expertos, la crisis nuclear se pudo controlar sin mayores afectaciones.

¿Por qué tiembla tanto en Japón?

Japón está constituido por 1.042 islas y más de 2.000 islotes. Las cuatro islas centrales que suman alrededor del 98 % de su extensión total son Hokkaidō, Honshū, Shikoku y Kyushu. El conjunto forma un arco de noreste a suroeste de 3.700 kilómetros.

Las islas se ubican en una de las zonas geológicamente más inestables y complejas del planeta, conocido como el Cinturón de Fuego del Pacífico.

Según estadísticas oficiales, en Japón suceden más de 5.000 movimientos sísmicos por año, de los cuales alrededor de 1.000 son percibidos por la población y una minoría son considerados como terremotos violentos.

Los sismos se explican por la gran cantidad de fallas tectónicas locales que recorren la superficie de Japón. Las más grandes fallas están ubicadas al sur de la zona de Honshū y se les conoce como la Línea Tectónica de Itoigawa-Shizuoka y la Línea Tectónica Media Japonesa.

Para evitar el impacto de los constantes sismos y movimientos telúricos, Japón ha desarrollado una infraestructura especial que ayuda a disminuir los daños materiales y a preservar la vida de sus ciudadanos.