Luego de horas de debate y negociaciones, el Senado de Estados Unidos aprobó este sábado el plan de estímulos económicos del presidente Joe Biden.
La iniciativa, que tiene un costo de US$1,9 billones (millones de millones), fue aprobada únicamente con los votos de los senadores demócratas que fueron 50, contra los 49 en contra de los congresistas republicanos.
El texto del proyecto aprobado será revisado por la Cámara Baja de Estados Unidos antes de una última votación. La idea del Gobierno de Biden es que la iniciativa pueda empezar a aplicarse desde el 14 de marzo, fecha en la que terminan las ayudas del anterior paquete de estímulos implementado.
“Dimos un paso gigante para acudir en ayuda de los estadounidenses”, dijo el presidente Joe Biden desde la Casa Blanca, quien había hecho de este paquete de estímulo masivo una de sus promesas de campaña.
Transferencias de US$1.400
Uno de los fuertes del plan de reactivación económica demócrata es la entrega de cheques directos por US$1.400 para millones de hogares estadounidenses y la distribución de US$350.000 millones en ayudas a los estados y municipios.
También se destinarán miles de millones a luchar contra la pandemia; por ejemplo, US$49.000 millones para fomentar los diagnósticos e incentivar la investigación, y más de US$14.000 millones para aumentar el ritmo de la vacunación.
Los republicanos, que ahora son la oposición del Gobierno Biden, dijeron que la medida era muy costosa, por lo que votaron en contra de la medida.
Impacto económico
El presidente Biden insistió en que es necesario aprobar el plan sin demora alguna, con el fin de ayudar a la población y a las empresas que se han visto afectadas por la pandemia del coronavirus.
“Es un dispositivo absolutamente esencial para revertir la situación, hacer que los niños vuelvan a la escuela en total seguridad, ofrecer un salvavidas a las pequeñas empresas y derrotar a la covid-19”, dijo el mandatario.
Gracias al proceso de vacunación que ha implementado Estados Unidos, en febrero se crearon 379.000 puestos de trabajo y la tasa de desempleo se redujo al 6,2 %.
Según Biden, si bien se ha avanzado en la recuperación económica, “a este ritmo se necesitarán dos años” para regresar a las condiciones vistas a finales de 2019, antes de la llegada de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con cifras oficiales, en la actualidad 18 millones de estadounidenses cobran una prestación tras haber perdido su trabajo o gran parte de sus ingresos mensuales.
Las nuevas contrataciones del mes de febrero se registraron principalmente en los bares y restaurantes, duramente golpeados por las restricciones implementadas en la pandemia.
Otras actividades vinculadas al ocio y alojamiento, así como a servicios de salud, ventas minoristas e industria manufacturera también registraron nuevas contrataciones el mes pasado.
Estas cifras sugieren que lo peor de la crisis pasó y que los empresarios parecen enfocarse en el “miniboom” económico que se espera para la primavera boreal.
La campaña de vacunación avanza y las ayudas públicas masivas –además de gastos en baja– pusieron dinero en las cuentas bancarias de los estadounidenses, por lo que se espera un incremento importante del consumo.
Según Biden, las cifras positivas del empleo son seguramente producto del plan de impulso de US$900.000 millones aprobado a finales de diciembre de 2020 y promulgado por su predecesor Donald Trump.
Pero sin nuevas ayudas “todo se ralentizará de nuevo”, advirtió el presidente. “No se puede dar un paso adelante y dos pasos atrás”, agregó.
Su plan de US$1,9 billones sería el tercer paquete excepcional de ayuda aprobado por el Congreso desde el inicio de la pandemia.