Aunque Rusia reconoció este jueves 3 de marzo “una catástrofe humanitaria inminente” en varias de las principales ciudades de Ucrania como Kiev, Járkov, Jerson y Mariúpol, luego de ocho días de la invasión responsabilizó a ese país de la situación.
Así lo señaló el jefe del Centro de Dirección Nacional del Ministerio de Defensa ruso, Mijaíl Mizhíntsev, quien advirtió sobre el impacto que tendrán los bombardeos rusos en esas ciudades.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llamó a la resistencia y aseguró que su país “ha roto los planes del enemigo en una semana”, situación que para Rusia producirá acciones ofensivas que podría generar una grave situación humanitaria.
Mientras tropas rusas han entrado en la estratégica ciudad de Jerson y el Gobierno de ese país señaló que la localidad fue tomada, fuentes de la presidencia de Ucrania negaron esa situación.
La ofensiva busca allanar el camino hacia Mikoláiv, una gran ciudad de medio millón de habitantes que ya está bajo ataque, y hacia Odesa, el principal puerto ucranio en el mar Negro, mientras que en Kiev varias explosiones han sacudido la capital en las últimas horas.
“Nos están destruyendo”, aseguró en un comunicado el alcalde de Mariúpol, ciudad que es un enclave estratégico que los rusos buscan para cerrar el corredor hasta el mar Negro.
Rusia “no tiene dudas” de que “se encontrará una solución”
Entre tanto, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, señaló este jueves que durante la jornada de conversaciones habrá contactos con Ucrania para intentar lograr un acuerdo y agregó que “no tiene dudas” de que “se encontrará una solución” para ponerle fin al conflicto desatado el 24 de febrero.
“Por supuesto, se encontrará una solución, no tengo dudas. Las condiciones, mínimas para nosotros, son bien conocidas. Serán discutidas también en negociaciones con la parte ucraniana. Pasó en Gomel y pasará hoy”, manifestó, según ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.
Asimismo, indicó que la delegación ucraniana recibe instrucciones desde Estados Unidos y criticó que “encontrara motivos para posponer las negociaciones”, previstas en un primer momento para el miércoles. “Reciben instrucciones desde Washington, no hay duda. Ese país es totalmente dependiente”, aseguró.
Lavrov señaló además que la situación en Ucrania “no es una película de acción de Hollywood” y que “no hay un mal absoluto y un bien absoluto”, al tiempo que indicó que “los verdaderos asesinos luchan del lado del régimen de Kiev”.
En este sentido, puntualizó que “nazis” están recibiendo entrenamiento “en guerrilla urbana” por parte de las autoridades ucranianas.
Horas después, Mijail Polodiak, asesor de la presidencia, indicó en su cuenta en la red social Facebook que la delegación ucraniana está ya en camino al lugar de la reunión para participar en las negociaciones. “Negociaciones con Rusia. Ya en helicópteros”, resaltó, junto a una fotografía con el jefe de la delegación, David Arajamia.
La primera ronda de negociaciones tuvo lugar el pasado 28 de febrero en la región bielorrusa de Gomel, cerca de la frontera con Ucrania. Tras el encuentro en aquella ocasión, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, lamentó no haber encontrado en Moscú los resultados deseados para poner fin al conflicto.
Por otra parte, Lavrov se mostró convencido de que “la histeria terminará” y Rusia entablará conversaciones con los países occidentales.
“Siempre estamos dispuestos al diálogo con una condición indispensable: que sea con base en la igualdad, el respeto y la consideración de los intereses de cada una de las partes”, explicó.
Agregó que “estoy seguro de que el mundo está escuchando a Rusia. Es difícil decir cuánto”, tras lo cual expresó sus condolencias por la muerte de civiles y militares durante el conflicto en Ucrania, ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.
“Siendo francos, es muy malo cuando muere gente, ya sean personal militar o incluso más si son civiles, mujeres y niños, como ha pasado durante los ocho años de guerra en el Donbás y como está pasando ahora durante nuestra operación especial”, manifestó.
De esta manera, el ministro de Exteriores ruso hizo hincapié en que el objetivo de la ofensiva es “ponerle fin a cualquier guerra que pueda tener lugar en territorio ucraniano”.
Por último, criticó las sanciones impuestas por países occidentales y señaló que son “parecidas a un impuesto sobre la independencia” de Rusia.
*Con información de Europa Press.
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