Una fuerte tormenta tropical azotaba el martes el centro y el oeste de Japón con aguaceros y vendavales, provocó inundaciones y cortes de luz y paralizó los transportes por aire y tierra en una semana de muchos desplazamientos por un feriado budista.
El tifón Lan bajó de categoría por la mañana y tocó tierra como tormenta tropical cerca del cabo Shionomisaki, en la prefectura central de Wakayama, según la Agencia Meteorológica de Japón.
El martes por la tarde estaba al sur de la ciudad de Fukuchiyama y mostraba vientos sostenidos de hasta 90 kilómetros por hora (55 millas por hora) en su avance hacia el norte. Se esperaba que luego virara al este, hacia Hokkaido, en aguas entre Japón y la península de Corea, según la agencia.
Las lluvias “ya superaron las precipitaciones mensuales medias para el mes de agosto en algunas zonas”, sobre todo en las regiones del centro y del oeste, detalló la JMA en la red social X (antes Twitter).
La televisora pública NHK dijo que 20 personas, muchas de ellas ancianas, habían resultado heridas en cinco prefecturas cerca de la ruta de la tormenta: Hyogo, Osaka, Kioto, Shiga y Wakayama.
El meteoro desbordó ríos, dañó algunos edificios y paralizó el tráfico. En Maizuru, en la prefectura norteña de Kioto, un río inundado anegó algunas casas de agua turbia.
En Nara, al sur de Kioto, el andamio de un edificio se derrumbó y el colapso parcial del muro de una estación de tren en Tsuruhashi que detuviera los servicios ferroviarios locales.
Los municipios locales recomendaron a más de 230.000 vecinos que se cobijaran en edificios más seguros, como centros comunitarios.
Se esperaban hasta 35 centímetros (13,7 pulgadas) de lluvia en la región de Tokai, en el centro de Japón, hasta el miércoles por la mañana. La agencia meteorológica instó a los residentes en la zona a evitar salidas innecesarias y alertó de posibles aludes de lodo, inundaciones y tormentas eléctricas.
Más de 50.000 hogares estaban sin luz en nueve prefecturas en las regiones centrales y occidentales, aunque el suministro eléctrico se había restaurado a tres cuartas partes de los afectados para el final de la tarde.
La tormenta golpeó Japón en plena semana de las celebraciones budistas de Obon, y afectó a muchos japoneses que habían salido de viaje para visitar a familiares. Responsables de eventos y transportes en la ruta prevista de la tormenta decidieron suspender los servicios y actos.
La tormenta también impactó en el tráfico aéreo, con cientos de vuelos anulados. Cerca de 650 personas se vieron obligadas a dormir en el aeropuerto internacional de Kansai, situado sobre una isla artificial en la bahía de Osaka, después de que el acceso por carretera se viera cortado por las condiciones meteorológicas, informó la agencia japonesa Kyodo.
Tragedia en China: las inundaciones causan caos con casi 80 muertos; las imágenes son impactantes
El cambio climático sigue generando estragos en varias partes del mundo como China donde dos extremos: altas temperaturas y fuertes precipitaciones han golpeado con inclemencia. Mientras las autoridades se mantienen en emergencia, el balance de víctimas es cada vez mayor.
Las lluvias récord que han azotado el norte del ‘gigante asiático’ han cobrado la vida de por lo menos 78 personas, según un balance difundido este viernes (11 de agosto). Esto mientras los expertos en la materia alertaron que el fenómeno no está cerca de desaparecer ante la cercanía de una nueva tormenta.
El compilado de víctimas por las intensas lluvias desde el mes pasado continúa en ascenso y hasta esta jornada se registró un total de 29 fallecidos en la provincia de Hebei, fronteriza con Pekín (la capital), de acuerdo con autoridades referidas por la televisión estatal CCTV.
Hay millones de afectados
Además, al menos 33 personas murieron en Pekín como consecuencia de la tormenta y sus posteriores inundaciones presentadas desde fines de julio, aseguraron las autoridades esta semana.
Catorce personas fallecieron en la provincia de Jilin, en el noreste del país, mientras que en Liaoning se informó de dos decesos luego de los primeros días de intensa lluvia. La tormenta Doksuri, que azotó la China continental como tifón hace dos semanas, derivó en las precipitaciones más fuertes desde que empezó a hacerse una sistematización hace más de un siglo.