Leigh Nicol es una joven promesa del fútbol inglés, según varios medios británicos que la califican de una ‘joya’ en el deporte, pues su nivel es bastante alto y ha tenido exitosas temporadas en grandes ligas de ese país. Sin embargo, su vida cambió repentinamente en 2019, cuando se dio cuenta que había un video suyo en PornHub, razón por la que recientemente quiso demandar a esta reconocida página de la industria de la pornografía.
De acuerdo con la denuncia de la deportista, el video fue grabado, en 2014, cuando ella tenía tan solo 18 años. Ahora, la mediocampista, quien tiene ahora 25 años y juega en el equipo de fútbol Crystal Palace, decidió romper el silencio y publicar un mensaje en su cuenta de Instagram sobre los detalles de su caso.
Según la joven, fue víctima de ciberdelincuentes que filtraron un video sexual en la plataforma en el 2019 y en el comunicado asegura que sus intenciones al enfrentar a la empresa son evitar que futuras generaciones “tengan que pasar por el mismo sufrimiento”.
En ese sentido, la futbolista añade en su mensaje que “esta plataforma (PornHub) ha estado facilitando y dando una plataforma para el comportamiento delictivo de estos monstruos y seres humanos enfermos”. En el comunicado que compartió también dejó en claro que sigue sufriendo “un daño emocional significativo, que incluye ansiedad, pensamientos suicidas y ataques de pánico”.
En una entrevista que concedió recientemente a Sky Sports, dijo que sufrió fuertes problemas de ansiedad y episodios depresivos: “La enfermedad era extrema. Fue una mezcla entre tener un ataque de pánico y estar enfermo, era como un círculo vicioso. Fue absolutamente atroz, me sentía avergonzada, resignada, enferma… Además, me sigo cuestionando y no me siento suficientemente buena persona”.
En su mensaje, la futbolista insistió en que la sociedad debe unirse para combatir este tipo de crímenes cibernéticos que pueden terminar con la carrera y la dignidad de una persona. “Nosotros, como sociedad y seres humanos, todos tenemos la responsabilidad de desempeñar nuestro papel para garantizar que plataformas como esta se ejecuten de forma legal y segura”, sostuvo Nicol.
Por su parte, The New York Post aseguró que la joven decidió unir sus fuerzas con otras cuatro mujeres que aseguran haber sufrido una experiencia similar. Nicol, afirma que el video fue robado por piratas informáticos que, aparentemente, ingresaron a su cuenta de iCloud y difundieron lo que ella guardaba.
De otro lado, PornHub eliminó los videos después de que enviara “numerosos correos electrónicos”y recibiera “respuestas genéricas y automatizadas”, según relató la deportista.
La batalla similar de una joven canadiense
Una canadiense de 38 años, contó, bajo condición de anonimato, su larga batalla para erradicar un video de su agresión sexual de Internet, colgado sin su consentimiento en PornHub, una página que dice contar con 130 millones de visitantes por día. Aunque fue retirado del sitio, la grabación ya se había propagado en Internet y aún sigue circulando.
Su historia comenzó en agosto de 2020, cuando esta mujer canadiense que vive en la provincia de Alberta, en el oeste del país, descubrió que su esposo, de quien se había separado hacía poco, había publicado tres años antes un video de una agresión sexual contra ella mientras ella, al parecer, estaba durmiendo.
Su exmarido fue arrestado en junio y acusado de agresión sexual y distribución de imágenes íntimas sin consentimiento. La mujer dice que encontró una carpeta de fotos en un disco duro, lo que la condujo a la cuenta de PornHub de su esposo, donde vio el video por primera vez.
“La razón por la que no sabía que había un video era que yo estuve inconsciente durante todo el video”, cuenta la mujer, estudiante de trabajo social, que no tiene recuerdos del abuso. El título y las palabras clave que acompañan la grabación de aproximadamente cuatro minutos, con la mención ‘somníferos’, sugerían que ella estaba bajo los efectos de medicamentos.
El video tenía entonces más de 40.000 visitas en Pornhub. Luego “se propagó a otros sitios, con un total de alrededor de 200.000 visitas”, según la canadiense. Todas las demandantes, excepto una, deseaban permanecer en el anonimato. Residen tanto en Estados Unidos como en el extranjero y 14 de ellas afirmaron que eran menores de edad cuando fueron filmadas y que debían ser consideradas “víctimas del tráfico sexual de niños”.