Estados Unidos y Canadá atraviesan una ola invernal casi sin precedentes que hasta esta semana ha cobrado la muerte de al menos 61 personas. Las imágenes de vehículos completamente cubiertos por la nieve, ciudadanos atrapados en sus viviendas y carreteras bloqueadas es el panorama que empaña esta época decembrina en Norteamérica.
Entre las víctimas mortales está Monique Alexander, una madre que residía en Buffalo, en el estado de Nueva York, y quien salió de su casa en Navidad hacia las 3 p.m. (hora local), antes de decirle a su hija que no tardaría en regresar. Sin embargo, los minutos se convirtieron en horas y al perder contacto con su progenitora, el temor y angustia invadió a Casey Maccarone.
La joven decidió usar su Facebook para indagar por el paradero de su madre, de quien aseguró que salió antes de que las tiendas cerraran. Lo que no esperaba la joven es que ese corto adiós fuera definitivo, pues en cuestión de horas un hombre estaba por entregarle una noticia que nunca hubiera querido escuchar.
“Estábamos esperando que ella volviera a casa. Sin embargo, supe que algo andaba mal de inmediato, así que lo acepté al instante, pero es difícil saber que ella también estuvo afuera durante tanto tiempo, porque a los servicios de emergencia no se les permitía salir“, dijo Maccarone este miércoles –28 de diciembre–, según lo recogido por la cadena internacional CNN.
En un grupo de Facebook de Buffalo, Maccarone comentó que su mamá había salido, pero que ya había tardado demasiado. La respuesta provino de un individuo desconocido que describió a una mujer con características similares a las de la mujer perdida; lo siguiente fue la confirmación, por la ropa que vestía, de que se trataba de Monique Alexander.
“Ella siempre se sintió como una supermujer invencible, así que asumo que pensó que podía manejar las condiciones”, dijo la hija, y añadió: “Realmente no pude decirle nada a mi mamá, ella hacía lo que quiera hacer. Asumo que simplemente pensó que era lo suficientemente fuerte para eso”.
De acuerdo con CNN, la Guardia Nacional recuperó el cuerpo que se suma a las casi 40 víctimas en el condado de Erie, 17 de las cuales perecieron fuera de sus viviendas. Sin embargo, las autoridades no descartan que el número de decesos continúe en aumento durante los próximos días.
“Mis hijos perdieron a su abuela, y ese era su papel más importante en su vida: ser una buena abuela”, dijo la joven para quien “ahora solo tienen recuerdos”.
En cuanto a los fallecidos, el titular del condado, Mark Poloncarz, amplió en conferencia de prensa que cuatro fueron encontrados dentro de sus carros, 11 en las casas y los restantes en la intemperie. El riesgo ahora se sitúa con el derretimiento de la nieve: “Afortunadamente, parece que las inundaciones serán mínimas. Hay posibilidades de inundaciones, pero parece que no serán graves”.
Pese a que para la zona de Buffalo no es atípico que el invierno llegue con fuerza, en esta oportunidad fue golpeada en mayor magnitud. El viento helado, el descenso en las temperaturas y la intensidad de las nevadas se hicieron sentir también en otras áreas como Texas y Florida que, en oposición, no están acostumbradas a ese clima.
Expertos explicaron a AFP que “hay ciertos aspectos de las tormentas de invierno (...) en los que los vínculos con el cambio climático son bastante claros”, aclaró el climatólogo de la Universidad de Pensilvania, Michael Mann. Por ejemplo, el calentamiento de las masas de agua, como lagos u océanos, inciden en la cantidad de nieve que cae.