La joven Olesya Krivtsova, de 19 años, estudiante universitaria de primer año de la ciudad de Arkhangelsk, al norte de Rusia, se enfrenta a una posible pena de al menos 10 años de prisión por haber expresado a través de su cuenta de Instagram su oposición a la guerra en Ucrania.
De acuerdo con el medio ‘The Moskow Times’, Krivtsova está acusada de los delitos de “justificación del terrorismo” y de “desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas”, repetidamente, por publicaciones que hizo no solo en su cuenta de Instagram, sino en la red social rusa VKontakte.
¿Qué compartió la estudiante?
La estudiante adolescente compartió por sus redes sociales material que incluía fotografías de civiles ucranianos asesinados por las tropas rusas invasoras, además de una lista de recomendaciones para los soldados rusos en Ucrania que querían rendirse. Estas recomendaciones habían sido inicialmente compartidas por las las autoridades ucranianas.
Krivtsova fue detenida en diciembre de 2022, tras un registro policial en el apartamento donde vive su esposo. De acuerdo con entrevistas que la joven ha dado al medio Current Time, durante el registro uno de los policías intentó intimidar a Krivtsova con un mazo.
Según videos que se han compartido en redes sociales, los miembros del grupo paramilitar ruso Wagner han utilizado este instrumento para matar al menos a un hombre que quiso desertar del grupo.
De acuerdo con The Moscow Times, Krivtsova habría recibido días más tarde una notificación de que esa visita de la Policía era “un saludo de Wagner”.
Reseñada como terrorista
Recientemente, el pasado 13 de febrero, Krivtsova fue añadida a una lista de grupos e individuos reseñados como terroristas y extremistas por el Gobierno ruso, lo que significaría un cambio en su condición actual de arresto domiciliario.
“Sé perfectamente que mi libertad realmente puede ser arrebatada. Realmente me pueden enviar no solo a la cárcel, sino a una colonia penal”, dijo Krivtsova en una entrevista del pasado lunes, que recoge The Moscow Times y añade: “Sí, solo estoy tratando de aceptar ese hecho”.
Además, la joven contó detalles de su detención: “Estaba hablando por teléfono con mi mamá, cuando escuché que se abría la puerta principal. Entraron muchos policías. Me quitaron el teléfono y me gritaron que me tirara al suelo”.
Acusada por sus compañeros
The Moskow Times cuenta que las autoridades rusas obtuvieron información sobre las publicaciones de la joven, por un informe presentado por sus compañeros universitarios de la Universidad Federal del Norte, que participaban con ella en un chat grupal de Telegram y a partir de ahí comenzaron a compartir información sobre su perfil con las autoridades.
La misma joven se enteró de la denuncia de sus compañeros durante la diligencia judicial: “En la audiencia mencionaron los nombres de dos personas que yo conocía que estaban en ese chat. En el chat, esas personas discutían sobre cuál sería la mejor manera de presentar una denuncia, si con la Policía o con los servicios de seguridad”.
“Cuando me di cuenta de que me habían puesto en la misma lista que los asesinos masivos de las escuelas y el grupo Estado Islámico, pensé que era una locura”, recuerda Olesya.
La joven debe permanecer por ahora en su arresto domiciliario y tiene prohibido hablar por teléfono y conectarse a internet. Solamente puede dejar su domicilio para asistir a las diligencias judiciales.