Yadira Reyes, una mujer en México elaboró 2.000 pasteles por encargo a un cliente, que finalmente no llegó a reclamarlos. La pastelera pensó que iba a perder su trabajo y su inversión, pero al contar su historia en redes, la preocupación se le convirtió en alegría, hasta se le acabó el producto y tuvo que tomar nuevos pedidos.
La historia sucedió en Ciudad Victoria, la capital del estado de Tamaulipas en México. Reyes cometió el error de hacer todo el pedido, sin antes contar con un anticipo significativo que asegurara que el cliente iba a recibirlo y pagarlo en su totalidad.
“Aquí el detalle fue la confianza, es una persona muy allegada, puedo decir que nos ganó el corazón”, dijo Reyes en una entrevista con la página Noticias Tamaulipas.
“Aquí el detalle fue la confianza, es una persona muy allegada, puedo decir que nos ganó el corazón”, comentó en una entrevista con la página Noticias Tamaulipas.
¿Cómo pasó todo?
La mujer contó en sus redes que el pedido por 2.000 pasteles lo hizo una persona, que finalmente no los recogió ni los pagó. “Buenas noches, nos realizaron un pedido de 2.000 pasteles individuales, los cuales no fueron por ellos y la persona responsable no fue a liquidar el trabajo ya realizado”.
Luego añadió que querían recuperar, aunque fuera una parte de la inversión. “Estamos tratando de recuperar algo de la inversión y por la magnitud del pedido no queremos que se nos vaya a caducar. Estamos rematando los pasteles. 30 pesos (cada uno) 2 x 50″. Es decir, una cifra cercana a los 7.000 pesos colombianos el pastel, que es individual y cerca de 12.000 los dos.
La información se viralizó en Facebook y comenzaron a llegar tantas personas al sitio, que los clientes hicieron largas filas para adquirir su pastel y muchos que no lo lograron le hicieron su pedido a la repostera, para una pronta entrega.
La mujer expresó su profundo agradecimiento por la solidaridad que habían tenido sus clientes “Primero que nada quiero dar las gracias, mil y mil gracias a esa empatía que tuvieron hacia nosotros, ese apoyo incondicional, esa forma de demostrar que somos más los buenos”.
Poco a poco fue informando sobre el desarrollo de la venta “Sí, aún hay pasteles, muchos pasteles, aún ya van los chichos para el local 10”. Más adelante actualizó la información: “Mil gracias a cada uno de ustedes, Dios los bendiga grandemente, hemos terminado con los pasteles”.
Respuestas
Aunque la respuesta de la gente fue muy positiva, en las redes mucha gente coincidió con una recomendación para la emprendedora: “No es mala onda, pero esa es la razón por la que hay que pedir un anticipo del 60 % en pedidos grandes; afortunadamente la gente no soltó tu mano”, escribió una usuaria.
“Yo apenas voy leyendo, si no, hubiera comprado. Qué bueno que los vendió, uno como emprendedor siente feo que realicen una compra y no la liquiden. Me ha pasado, por eso ya soy muy precavida”, escribió una usuaria. Y alguien más añadió: “Gracias a Dios. Y bueno, tuviste un curso exhaustivo de pasteles y una lección, trabajar sobre anticipo, yo pido el 50 % para separar el pedido y el resto antes del evento debe estar liquidado”. Escribió otra internauta, quien añadió que era recomendable siempre “trabajar con personas con referencias” porque “aunque nada es seguro, siempre hay riesgo de que no paguen”.