Un tribunal de primera instancia estimó que el exmandatario de izquierda (2003-2010) se había beneficiado de reformas hechas en una hacienda del municipio de Atibaia (interior de Sao Paulo). Las remodelaciones habrían sido pagadas por las empresas OAS, Odebrecht y Schahin, a cambio de obtener contratos en Petrobras. De acuerdo con la justicia de Brasil, el exlíder del Partido de los Trabajadores habría recibido al menos 270.000 dólares (un millón de reales) en sobornos por la remodelación de la casa de campo que está en nombre de Fernando Bittar, hijo del amigo de Lula y exalcalde de Campinas, Jacó Bittar.  Le recomendamos: Así fueron las primeras 24 horas de Lula da Silva preso en Curitiba "El condenado recibió una ventaja por ocupar el cargo de presidente de la república, de quien se exige un comportamiento ejemplar como el mayor mandatario", escribió la jueza Gabriela Hardt, quien reemplazó al juez Sergio Moro después de que este se convirtiera en ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro. Lula podrá apelar la decisión. “Hay cómo concluir que el presidente era el responsable de señalar y mantener los directores de Petrobras que fueron fundamentales para la sistematización del esquema criminal; tenía conocimiento de que existía un pago sistemático de propinas destinadas al partido del que forma parte; tenía plena conciencia de que parte de esos valores fueron usados en su beneficio personal”, sostuvo la jueza en la sentencia. El expresidente, que en enero de este año cumplió 300 días en prisión, fue condenado a nueve años y seis meses por corrupción y lavado de dinero en julio de 2017, acusado de haber recibido un apartamento en el litoral de Sao Paulo a cambio de favorecer a constructoras en contratos con Petrobras. Luego, la sentencia fue aumentada a 12 años y un mes por un tribunal de apelación. Con información de AFP