Al menos 81 migrantes murieron, después de que el barco en el que se transportaban naufragara frente a las costas de Siria, así lo confirmó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
La embarcación había salido de Líbano y, según las autoridades de ese país, más de 100 personas estaban a bordo, incluyendo algunas de nacionalidad palestina.
“Mientras tanto, las operaciones de búsqueda de sobrevivientes y más cuerpos continúan, ya que se desconoce el destino de casi otras 50 personas”, indicó la ONG.
Más temprano, el encargado de la cartera sanitaria, Hassan Al Ghubach, había entregado cifras preliminares. “En un balance aún provisorio, el número de víctimas del naufragio se establece en 73, mientras que 20 personas son atendidas en el hospital Al Basel”, dijo, en un comunicado
El portavoz del Ministerio sirio de Transporte, Sleiman Khalil, declaró a la AFP que estaban frente a una de sus “operaciones de rescate más grandes” y que habían “cubierto una amplia zona que se extiende a toda la costa siria”.
En estas tareas han participado pescadores locales, helicópteros de Rusia, Siria y la Guardia Costera de ese último país.
Angustia entre los sobrevivientes
Una de las personas que logró ser rescatada con vida es Wissam Al Talawi, padre de familia procedente de una región de bajos recursos en el norte de Líbano, quien en este momento permanece hospitalizado, según confirmó su hermano, Ahmad, a ese medio.
Los cuerpos de sus hijas, de nueve y cinco años respectivamente, fueron repatriados a su lugar de origen; mientras que se desconoce la ubicación de la esposa y los dos hijos de Al Talawi.
“Partieron hace dos días”, relató Ahmad, quien aseguró que su hermano se vio en la necesidad de buscar otros horizontes porque “no podía cubrir los gastos diarios ni de inscripción de sus hijos a la escuela”.
La costa de Tartús, donde tuvo lugar exactamente la tragedia, es uno de los puertos más importantes de Siria y está ubicada aproximadamente a 50 kilómetros al norte de Trípoli.
El gobernador de Tartús, en Siria, indicó que en cooperación con la Policía los familiares de las víctimas empezaron ya a recibir los cuerpos, una vez terminó el proceso de identificación.
El pequeño barco había emprendido su odisea por aguas inclementes hace varios días desde la localidad libanesa de Minié, según detalló el diario L’Orient le Jour.
Las autoridades de Líbano están manteniendo contacto constante con Damasco para conocer más detalles sobre lo sucedido.
Las operaciones de ayuda se han visto “entorpecidas” por el fuerte oleaje, mientras que este jueves se emitió una alerta al personal médico y sistema de emergencias, en medio de las tareas de monitoreo y rescate.
Según el OSDH, “muchos de los inmigrantes sirios que murieron en este incidente habían vendido sus propiedades en Siria para llegar a Europa, después de haber sufrido terribles condiciones de vida”.
Cada año son cientos las personas que, a raíz de la situación en sus lugares de origen, no ven una salida diferente más que emprender un rumbo desconocido que, para muchos, termina en la muerte. La ruta migratoria del Mediterráneo se constituye como una de las más letales a nivel global, mientras que el número de migrantes continúa cada vez más en aumento.
De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas, desde el año 2020, casi cuarenta barcos han intentado llegar irregularmente al continente europeo con “más de 1.500 personas”.
*Con información de AFP y EP.