Este viernes Rusia bombardeó la ciudad ucraniana de Dnipró, con misiles que alcanzaron una clínica. El Gobierno ruso además acusó a Ucrania de haber llevado a cabo una docena de ataques en la región rusa de Belgorod, cerca de la frontera entre los dos países.
En Dnipró, el jefe de la administración militar, Serguii Lysak, afirmó que Rusia lanzó misiles contra una zona residencial, en la que se hallan una clínica médica y otra de veterinaria.
Según fuentes ucranianas, al menos dos personas murieron y unas 30 resultaron heridas en el bombardeo de esa ciudad, que antes de la invasión rusa en febrero de 2022 era un centro industrial de cerca de un millón de habitantes.
Ataques a civiles
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, publicó un video en el que se ven edificios muy dañados, de los que salen columnas de humo.
Mientras esto sucedía, en Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recibió al emisario chino Li Hui para discutir posibles salidas al conflicto, aunque afirmó que ve “serios obstáculos” a la paz creados por Ucrania y las potencias occidentales.
Zelenski afirmó que al atacar instalaciones médicas civiles, “los terroristas rusos confirman una vez más su condición de combatientes contra todo lo humano y lo honesto”.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó haber llevado a cabo bombardeos nocturnos en Ucrania, pero dijo haber apuntado a “lugares de almacenamiento de municiones”.
Ucrania indicó esta semana que repelió un bombardeo ruso de gran magnitud contra Dnipró, en el que fueron lanzados 16 misiles y 20 drones.
Belgorod
En Belgorod, una ciudad rusa ubicada a cerca de 40 kilómetros de Ucrania, el gobernador Viacheslav Gladkov acusó a militares ucranianos de haber llevado a cabo decenas de disparos de artillería en las últimas 24 horas, que causaron daños materiales, sin víctimas.
Los disparos tomaron entre sus blancos al pueblo de Kozinka, sobre el que cayeron 132 obuses, según Gladkov. El distrito de Belgorodski, que rodea la capital regional Belgorod, sufrió 14 ataques, en particular de drones, uno de los cuales bombardeó un edificio administrativo y causó daños, de acuerdo con ese reporte.
En Krasnodar, una ciudad rusa a 200 km de la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014, dos drones dañaron edificios, pero sin causar víctimas, según el gobernador, Veniamin Kondratiev.
Estos informes se producen pocos días después de los reportes de una incursión armada desde Ucrania, reivindicada por dos grupos de rusos exiliados, que combaten contra las fuerzas de Moscú.
El papel que toma Bielorrusia
En otro foco de tensión, Bielorrusia, aliada de Moscú, anunció el jueves que Rusia empezó a transferir armas nucleares a su territorio, cumpliendo con el anuncio hecho en marzo por Putin.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no confirmó estas informaciones el viernes y se limitó a señalar que Bielorrusia “enfrenta actitudes poco amistosas, e incluso hostiles, por parte de países vecinos”.
Lula declina invitación
En el plano diplomático, Putin sostuvo una conversación telefónica con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que le expresó que el Kremlin está “abierto” al diálogo y acusó a Ucrania y a las potencias occidentales de “bloquear” las conversaciones, según informó la presidencia rusa.
Lula indicó en Twitter que declinó una invitación de Putin para participar en junio en un foro económico en San Petersburgo, y añadió: “Pero, reiteré la disposición de Brasil, junto a India, Indonesia y China, de conversar con ambos lados del conflicto en busca de la paz”.
El canciller Lavrov, por su parte, destacó en su encuentro con Li Hui la postura “equilibrada” de China en el conflicto de Ucrania.
Li visitó Rusia después de una gira por varios países europeos y tras haberse reunido por Zelenski en Kiev a principios de mes.
*Con información de AFP.