Este lunes 11 de abril, en el marco de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el director de Programas de Emergencia de UNICEF, Manuel Fontaine, se dirigió a las delegaciones allí reunidas para entregar un balance sobre lo observado durante su reciente visita a Ucrania, para apreciar de primera mano las consecuencias de las seis primeras semanas de la ocupación rusa a ese territorio.
Como uno de los ejes de su informe, el funcionario de Unicef se refirió a la situación particular que viven en ese territorio las poblaciones infantiles, destacándose como una de las más afectadas por el crudo desenlace de un conflicto que ellos, a su corta edad no logran ni siquiera comprender.
En ese sentido, una de las estadísticas más impactantes puestas sobre la mesa por el funcionario, se refiere al elevado número de menores que, como consecuencia de la guerra han tenido que abandonar su país; muchos de ellos, incluso, dejando atrás incluso a sus propias familias.
“En solo seis semanas, casi dos tercios de todos los niños ucranianos han sido desplazados”, señaló en su discurso ante el Consejo de Seguridad Fontaine, quien lamentó que los menores se hubiesen tenido que ser visto obligados a “dejar todo atrás: sus hogares, sus escuelas y, a menudo, a sus familiares”.
Para el funcionario, con un recorrido de más de tres décadas en labores humanitarias, “rara vez he visto tanto daño causado en tan poco tiempo”, denunciando que más allá de los ataques encaminados a debilitar militarmente a la resistencia ucraniana, los rusos tiene bajo ataque en ucrania a los niños, las familias y las comunidades.
En ese sentido, y haciendo alusión a las problemáticas a las que están sometidos los niños y ciudadanos en general que no han abandonado Ucrania, el funcionario señaló que “de los 3,2 millones de niños que se estima que han permanecido en sus hogares, casi la mitad puede estar en riesgo de no tener suficiente comida”, haciendo énfasis de igual modo en la difícil situación de acceso a servicios públicos, en tanto “los ataques a los sistemas de agua y los cortes de energía, han dejado a aproximadamente 1,4 millones de personas sin acceso al agua en Ucrania”, enfatizando en que la cifra puede ser mayor, si se suman a ellos otros 4,6 millones de personas que poseen un suministro limitado.
El funcionario también hizo mención puntual sobre lo ocurrido el pasado viernes en contra de la estación de tren de Kramatorsk, admitiendo que este ataque “fue particularmente horrible”.
En ese sentido, el funcionario condenó fuertemente el hecho, señalando que el medio ferroviario, vulnerado el viernes, “ha sido una ruta crítica para miles de familias que huyen”, y advirtiendo que, en el momento del atentado, el lugar estaba lleno de familias que esperaban escapar de la violencia.
No obstante, y advirtiendo que el ataque a la estación es un acto “inconcebible”, este es “solo uno de los muchos casos en esta guerra en los que hemos visto un flagrante desprecio por las vidas de los civiles y el derecho internacional humanitario”, recordando escenarios como los vividos en Bucha, Mariupol y Jerson, donde además de la evidente afectación en la calidad de vida, los niños que allí permanecen, viven en permanente estado de emergencia, esperando incluso el momento en que un nuevo ataque signifique su fin.
Los niños, una de las principales poblaciones víctimas
En su informe, y citando los balances de Acnur, el funcionario también se refirió a la existencia de subregistros frente a la realidad que se vive en Ucrania, señalando que si bien actualmente se tiene reporte de la muerte de 142 niños, y otros 229 que están heridos, para la ONU y sus instituciones, es obvio que las cifras reales deben ser mucho más altas, no obstante existe un latente subregistro.
Incluso, sobre las particularidades de las afectaciones contra los niños, la Unicef señala que además de los casos de migración, es necesario ver otras situaciones como los peligros propios a los que se ven expuestos todos los refugiados, más aún en contextos en los que muchos niños han tenido que viajar solos. En ese sentido, la entidad advierte sobre la necesidad de emprender estrategias para prevenir casos de abusos y trata.
“Continuamos reiterando la necesidad de garantizar que los niños que se han separado de sus familias o que viven en cuidado institucional estén protegidos y que se haga todo lo posible para obtener el consentimiento del cuidador y la aprobación de las autoridades antes de que estos niños sean evacuados o reubicados”, dijo la organización al respecto.
Además, señalan las afectaciones referidas al cese obligado en los estudios, señalando que incluso, la situación de no acceso a la educación, data de 8 años antes del estallido de la invasión, señalando que la guerra ya se vive desde entonces en sectores como el Donbás.
Sobre los refugiados, también aplaudió el rol que han jugado los países de acogida, llamando al mundo a apoyar las labores humanitarias que allí se requieren para poder atender debidamente a los millones de migrantes.
En terreno, también dijo que “las hostilidades en curso nos impiden llegar a los más necesitados en muchas áreas del país”, admitiendo que sus funcionarios también han corrido riesgos frente a las ofensivas bélicas.
Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA.