La Unión Europea ha hecho este domingo un llamamiento a una transición “pacífica, democrática y ordenada” tras la revuelta de este sábado que culminó con el anuncio de que el presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, dimitirá el próximo miércoles.

“La UE está siguiendo estrechamente los acontecimientos en Sri Lanka. Pedimos a todas las partes que cooperen y se concentren en (lograr) una transición pacífica, democrática y ordenada”, apuntó una portavoz del Servicio de Acción Exterior de la UE, Nabila Massrali.

Así, Bruselas pide “responsabilidad” a los líderes de los partidos políticos para lograr “una solución a la crisis actual y la vuelta a la normalidad”.

“La UE está evaluando las opciones disponibles para incrementar su apoyo a la población de Sri Lanka”, destacó la portavoz en el texto publicado en la web del Servicio de Acción Exterior.

Este sábado, miles de personas se han manifestado en Colombo y otras ciudades de Sri Lanka para protestar contra Rajapaksa, luego de meses de movilizaciones. Los manifestantes han asaltado la residencia oficial presidencial y se desconoce el paradero del presidente.

Tras las protestas, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, anunció su dimisión y más tarde el propio presidente Rajapaksa prometió que dejará el cargo el próximo miércoles.

Papa Francisco envió un mensaje de solidaridad a Sri Lanka

El papa Francisco expresó este domingo su solidaridad con el pueblo de Sri Lanka, que atraviesa desde hace meses una grave crisis económica que provocó escasez de alimentos, medicinas y carburante.

“Me uno al dolor del pueblo de Sri Lanka que sigue sufriendo los efectos de la inestabilidad política y económica”, declaró el papa argentino después del rezo del Ángelus.

“Junto con los obispos del país, renuevo mi llamamiento a la paz e imploro a las autoridades que no ignoren el clamor de los pobres y las necesidades del pueblo”, dijo Francisco.

La crisis económica que azota a Sri Lanka desde hace meses desencadenó en un movimiento de protesta sin precedentes desde la independencia de la isla en 1948, que tuvo su punto culminante el sábado con la invasión de la residencia oficial y la promesa de dimisión del presidente Gotabaya Rajapaksa.

Los manifestantes que exigen la dimisión del presidente de Sri Lanka se niegan a dejar el palacio presidencial este domingo, 10 de julio, después de que la víspera irrumpieran en la residencia, obligando al mandatario a huir y anunciar su renuncia esta semana.

Los dramáticos acontecimientos del sábado 9 de julio fueron la culminación de una ola de protestas en esta isla, ubicada frente a la costa sur de India y sumida en una crisis económica y política sin precedentes, que los manifestantes atribuyen a la gestión del presidente Gotabaya Rajapaksa.

Cientos de miles de personas se congregaron en la capital, Colombo, para exigir que Rajapaksa asuma su responsabilidad por la escasez de medicinas, comida y combustible que llevaron a un país relativamente próspero al caos.

Tras irrumpir en el palacio presidencial, que data de la era colonial, la multitud recorrió las ostentosas habitaciones, algunos saltaron a la piscina y revisaron el armario y las pertenencias de Rajapaksa.

Las tropas dispararon al aire para permitir que el mandatario escapara y luego Rajapaksa abordó un buque de la armada que lo llevó fuera de la isla.

Desde allí, el mandatario de 73 años se ha aferrado al poder, pese a la ola de violencia que dejó varios muertos en mayo y que obligó a renunciar a su hermano Mahinda Rajapaksa, que ejercía como primer ministro.

Pero, finalmente, Gotabaya Rajapaksa tiró la toalla. Por la noche, el presidente del Parlamento anunció por televisión que, “para garantizar una transición pacífica, el presidente dijo que presentaría su renuncia el 13 de julio”.

*Europa Press